Antonio Canales confiesa el principal riesgo personal al que se enfrenta a sus 59 años

El paso del tiempo no parece haber afectado la carrera de Antonio Canales como muchos lo pronosticaban. El bailaor está inmerso en un proceso de cambios, principalmente en lo físico, para mantenerse activo en la cima del flamenco. Lo mental tampoco pasó a un segundo plano, pues atravesó por muchos sufrimientos en su vida. Desde la infancia bajo el prejuicio de ser un niño bailaor, hasta los excesos que lo atormentaron a los 41 años, el artista sabe cómo atravesar los retos de la vida.

El sevillano confiesa que es difícil prepararse para bailar flamenco a los 59 años, una edad en la que el público muestra su desaprobación con facilidad. Es un género musical complejo en lo referido a la aceptación de la gente, que suele juzgar con facilidad su peso u otros rasgos físicos claves para la destreza en escena. El festival Ciutat Flamenco de Barcelona será todo un desafío para el legendario artista. Viene de un polémico despido de “Sálvame” que parecía sentenciar su fama, principalmente, por la defensa de una figura cuestionada en este tiempo: Antonio David Flores.

El baile es juventud y belleza.

El regreso del bailaor al ambiente del flamenco se está dando en un clima de gran expectativa. Por el momento, el sevillano anticipa que existirá una gran sorpresa en escena que será revelada únicamente a último momento. Antonio Canales se ha preparado como nunca antes para esta iniciativa cultural, bajando 20 kilos y realizando “horas de cardio” para controlar su salud, de acuerdo a “La Vanguardia”. Lucir como el joven que alguna vez fue es fundamental en su oficio, tanto en la apariencia como lo emocional. La vida amorosa del artista lo ha puesto en situaciones muy adversas, primero con la separación de su exesposa, y luego con el polémico video de su expareja “Juanjo”.

El aclamado bailaor ha pensado que era imposible “remontar” las burlas por aquella secuencia grabada. Fue quizás más complejo que la separación atravesada a los 41 años, según “El Español”, que lo dejó en grave riesgo por las adicciones que tenía. Al borde de la quiebra por sus excentricidades, el mismo padre que alguna vez lo descalificó por ser un niño que bailaba fue el encargado de ayudarlo. Desde allí hasta el relanzamiento definitivo en “Supervivientes”, el humorista recuperó poco a poco el cariño del público. Antonio Canales se autodefine como un “héroe nacional” que consiguió con la sinceridad de su vida sencilla aquel aval que había perdido. Lleva adelante un día a día lejos de la ciudad, pero no pierde la ilusión por un proyecto televisivo.

He intentado que le den un perfil cultural, que hubiera ese programa de domingo por la tarde.

El bailaor cree que sería ideal un programa que se enfoque en la música. No se cierra al flamenco, sino que miraría con buenos ojos un programa sobre jazz u otro género musical internacional. No obstante, Antonio Canales sabe que este tipo de producción no es rentable para reunir a “ocho millones de personas” en los asientos del teatro, de acuerdo a “La Vanguardia”. En definitiva, se queda con la propuesta cultural que liderará en Barcelona , pues “no es un cualquiera” para seguir con las polémicas de los platós más importantes de la televisión. Su paso por “Sálvame” fue sin pena ni gloria. El hartazgo del humorista podía verse en cada emisión y, en el momento de mayor sinceridad, llamó a la productora de “Telecinco” a “reinventarse” por no entender a la audiencia. Tal como precisa “Diario de Navarra”, no se demoró el despido por sus supuestas “escasas participaciones”, argumento que el artista ni siquiera se molestó en negar. Ahora volvió a estar más cómodo en el lugar que lo vio nacer: el teatro.