La mujer que inspira a Paloma Cuevas y a quien debe las decisiones más importantes de su vida

El matrimonio entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas fue uno de los más emblemáticos de la crónica del corazón y eso es algo que seguimos pensando pese a que su historia de amor terminó del modo más angustiante. Quizás por lo queridos que eran ambos como pareja es que su divorcio tomó tanta trascendencia, pero lo cierto es que somos muchos los que nos resistimos a olvidarnos de aquellas épocas doradas en la que aparentaban que durarían para siempre.

La vida casi nunca es como se la plantea en las ficciones y con el caso de Paloma Cuevas lo comprobamos, pero es posible que el fracaso de su proyecto familiar conmocionara tanto a la opinión pública porque se esperaba que su historia de vida fuese igual a la de sus padres: romance desde edades tempranas, hijos y vejez juntos. Esto es así porque la vida de la modelo guarda muchas semejanzas con la de su madre, Paloma Díaz.

Paloma Díaz era una de las bailaoras flamencas más destacadas de su época, pero decidió renunciar a su profesión por priorizar su matrimonio con Victoriano Valencia, el padre de la oriunda de Córdoba. A la luz de las nuevas costumbres, esa es una decisión que hoy podría considerarse como muy desacertara, pero cuando Paloma estaba en sus años de mayor esplendor era habitual que las mujeres abandonaran sus actividades particulares para dedicarse por completo al cuidado de sus familias.

Si bien es cierto que Paloma Cuevas no se dedicó a los tablaos ni tampoco abandonó por completo la pasarela, su actividad profesional mermó considerablemente cuando se casó con Enrique Ponce y ese es un gran punto en común que encontramos entre madre e hija. Además, había escogido a un torero para compartir su vida, tal como había hecho su progenitora muchos años antes con Victoriano. El caso de Paloma Díaz es digno de destacar porque su arte no era pasajero, sino que realmente contaba con talento como para haber brillado hasta el cansancio si es que no hubiera optado por la crianza de los hijos exclusivamente. Tal es así que el director de cine Francisco Rovira Veleta se interesó por ella en una de sus actuaciones y hasta se comenta que podría haber protagonizado el film con el que luego se quedó “La Polaca”, “El amor brujo” que triunfó en Hollywood.

Paloma Cuevas y su madre compartían el deseo de formar familias felices que perduraran en el tiempo, pero solo lo consiguió la madre, quien hace algunos días ha estado de festejo por el 50 aniversario de su boda. No obstante, ahora que está separada, la empresaria ha vuelto a activar su carrera como modelo, algo que Paloma Díaz no volvió a hacer jamás. Ahora ya sabemos que, cuando pensemos en la exmujer de Enrique Ponce y en el motivo que explique su romanticismo empedernido, tendríamos que encontrar la respuesta en su madre, pues es ella quien le enseñó que el amor de pareja y la familia son los elementos más valiosos de la vida.