La peligrosa rutina que disfrutan Rodrigo y Michael Iglesias, los hijos de Julio Iglesias

Antes de saltar a la fama por su encanto a la hora de cantar baladas, Julio Iglesias era arquero en el Real Madrid y tenía pensado dedicarse al fútbol en el resto de su vida. El accidente cambió todo, razón por la cual abandonó su sueño deportivo. Ninguno de sus hijos ha intentado probar suerte en este ámbito, aunque existen dos pequeñas excepciones entre los herederos que comparte con Miranda Rijnsburger. Se trata de Rodrigo y Michael Iglesias, quienes además de jugar al tenis con Julio José, comparten una afición que puede costarles caro.

Los hijos que tuvo el autor de “La vida sigue igual” con la modelo holandesa son fanáticos de los deportes extremos, sea motocross u otras actividades acuáticas. Este año fue habitual verlo a Rodrigo conduciendo sus motos por los alrededores de la finca “Las cuatro lunas” de Ojén, mientras sus hermanas salían a pasear a caballo. Pero, por otra parte, cuando se reúne con su hermano mayor en Miami, toma las tablas de surf y pasan un buen momento de diversión. El joven Michael dedica su tiempo libre de la oficina al kitesurf y windsurf, deportes riesgosos a los que se añade la famosa “pesca submarina”.

Julio Iglesias y su segunda esposa no deben estar felices de sufrir cada vez que sus hijos mayores practican sus deportes preferidos. Si bien el futuro de Rodrigo Iglesias es incierto por ser un guitarrista aficionado, este joven que se autodefine como “multitasking” adora el paracaidismo y los deportes peligrosos. Según “Vanity”, heredó estos particulares gustos de Michael Iglesias, aunque también pueden pasar buenos momentos con la música. El prometedor asesor inmobiliario ha pensado en convertirse en productor musical alguna vez. La idea era hacer una dupla artística, y no de riesgo, con su hermano menor.

Antes de la pandemia, los hijos mayores de Miranda Rijnsburger compartían momentos de piano y guitarra en la finca de Ojén. Tal como precisa el portal “ABC”, se trata del mismo camino que en principio había elegido Julio José, pero al final decidió ingresar al mundo de los negocios y dejar los hobbies en segundo plano. No obstante, el autor de “Te extraño” y Michael Iglesias también suelen salir a jugar al tenis, practicar esquí acuático u otros deportes que conllevan riesgo en el mar. Para ello, suelen encontrarse en Indian Creek o en la casa de Punta Cana para fortalecer este nexo intrafamiliar.

Sin la influencia de Julio José Iglesias, probablemente, los jóvenes no habrían amado los deportes extremos como lo hacen ahora. La leyenda cuenta que el exparticipante de “Tu cara me suena” y Enrique Iglesias solían practicar surf desde niños, según “Vanity”. La mudanza a Miami les abrió esta chance y abandonaron un tímido sueño futbolero que había inculcado Julio Iglesias. Décadas después, Rodrigo y Michael Iglesias continúan este peligroso legado de los hijos de Isabel Preysler. En Ojén será cada vez más habitual ver al segundo de los herederos de la modelo holandesa con su moto. De acuerdo a “Divinity”, su plan de vida es mudarse definitivamente a Marbella y practicar tranquilo motocross. Tiene las hectáreas suficientes para, incluso, practicar una carrera con amigos.