Gachas dulces, un postre para recuperar las tradiciones y la alegría en el día de Todos los Santos

Las fiestas tradicionales de algún modo nos sirven para traer al presente aquellas sensaciones de antaño que tenemos un poco atrofiadas por la inmediatez del ahora. En el Día de Todos los Santos es común que comencemos a buscar el recetario de las abuelas con el objetivo de llenarnos de esa nostalgia infantil que en muchos casos funciona como motor para nuevas inspiraciones. Las gachas dulces son un platillo de mucha tradición, de esos que endulzan el alma en cada cucharada y que representa a los humildes de nuestra nación, porque realmente no necesitamos productos costosos para conseguir una versión perfecta.

Ingredientes para 2 personas:

500cc de leche

1 rama de canela

Piel de ½ limón

100cc de aceite de oliva

2 rebanadas de pan de hogaza del día anterior

2 cucharadas soperas de harina de trigo

1 pizca de sal

50g de azúcar

1 chorrito de anís dulce

Canela molida

Melaza o miel de caña

Procedimiento:

Comenzaremos las gachas dulces colocando a calentar la leche con la cáscara de limón, el anís y la rama de canela. Estaremos atentos para evitar que hierva y cuando veamos que la mezcla humea, entonces apagaremos la llama y dejaremos infusionar. Luego cortaremos el pan en cubos, como si hiciéramos picatostes para un consomé.

A continuación, freiremos los trozos de pan en aceite de oliva hasta que estén dorados por todas sus caras. Cuando estén listos, los dejaremos reposar sobre abundante papel absorbente. Posteriormente, filtraremos el aceite para quitar las migas que pudieron quedar allí y volveremos a calentarlo. Enseguida incorporaremos la harina con la pizca de sal y removeremos enérgicamente para desarmar los grumos, como si hiciéramos una salsa bechamel. Luego agregaremos la leche sin la rama de la canela y cocinaremos sin dejar de remover. En breve estaremos en condiciones de servir las gachas dulces.

Con el correr de los minutos observaremos que la preparación comienza a espesar y recién entonces agregaremos el azúcar, siempre revolviendo. Cuando la mezcla tenga la textura deseada, apartaremos la cacerola del fuego teniendo en cuenta que cuando las gachas dulces tomen frío se pondrán más espesas aún. De todos modos, siempre puede corregirse el punto agregando más leche. Serviremos en cuencos individuales y terminaremos con canela molida por encima, los picatostes y un poco de miel de caña. Si quieren adornar la mesa con más preparaciones dulces tradicionales, no duden en considerar el espectacular dulce de membrillo, cuyo procedimiento pueden aprender aquí.¡Buen provecho!