Polémica

El día que alguien intentó vengarse de Miguel Boyer y la víctima fue Isabel Preysler

La filipina vivió una pesadilla en su casa por culpa de una decisión política.
domingo, 31 de octubre de 2021 · 19:36

Cuando los intereses políticos y económicos se mezclan con los personales, el resultado puede ser catastrófico para las personas inocentes que terminan afectadas. El gran ejemplo de ello es Isabel Preysler, quien sufrió por culpa de los enemigos que tenía Miguel Boyer. José María Ruiz-Mateos fue el principal autor de los constantes episodios que la incomodaron, cruzando límites al espiar a la pareja en Marbella, o bien difamando a la filipina de distintas maneras. El origen detrás de ello era uno solo: la expropiación de “Rumasa”, empresa que adeudaba hasta 30 millones de pesetas.

La socialité pensaba que finalizando el matrimonio con Julio Iglesias terminaba su malestar mediático, pero el romance con el reconocido economista le valió un tartazo de parte de Paloma Ruiz Mateos. La hija del empresario (en batalla contra su tercer esposo) le había jurado que la perseguiría incansablemente para vengarse de la expropiación. Fue un hecho público que se sumó a los carteles con “cuernos” contra el expolítico del PSOE, y una persecusión que no tenía precedentes. Lo cierto es que estas presiones estuvieron siempre presentes en este matrimonio. El exdirigente le pedía cautela a la filipina para no llamar la atención. Al principio era un amor a escondidas que ponía muy nerviosa a la madre de Ana Boyer.

La filipina arriesgó todo por el amor del economista. Dejó a Carlos Falcó, su segundo esposo, para finalmente vivir con el hombre que más la enamoró. Pero no contaba con que cualquier decisión política de su flamante esposo podía ponerla bajo la lupa. La decisión de Miguel Boyer de expropiar “Rumasa” tuvo severas consecuencias. Los carteles de toros de la empresa de Bertín Osborne se llenaron con el nombre “Boyer” para señalar que Isabel Preysler era infiel, según “El Cierre Digital”. Luego José María Ruiz Mateos contrató a una actriz para que simulara ser la socialité, bajo la única intención de buscar revancha. El empresario había sido detenido ante los ojos de toda Europa en Frankfurt, después de fugarse de España.

En la famosa audiencia que lo enfrentó al execonomista del PSOE, el hecho que quedaría en la historia sucedió: lo desafió a pelear en las afueras de la sede judicial. Tal como precisa “El Español”, José María Ruiz Mateos pretendía resolverlo “como hombres”, sin los escoltas que protegían al exfuncionario. Más de 10 años después, el padre de Ana Boyer explicó que era ineludible la decisión de expropiar en 1983. La crisis económica que dejó el franquismo lo llevó a tomar esta decisión, pero las consecuencias no tuvieron marcha atrás. El empresario siguió a la pareja a sus casas de Marbella y Puerta de Hierro. Incluso envió a comprar gallinas y un montón de retretes para descalificar a Miguel Boyer e Isabel Preysler.

Isabel Preysler y Miguel Boyer.

El hombre que dirigía la expropiada “Rumasa” contó con la complicidad de la prensa, especialmente de Julián Lago, para que tomen fotografías de estas humillaciones. La familia Ruiz Mateos no tuvo problemas en cruzar límites para incomodar a Isabel Preysler, la gran víctima e inocente de estas tramas, por lo que inventaron que Miguel Boyer tenía una hija secreta. Según “El Cierre Digital”, la mayor crueldad se dio al contratar a la actriz Li Liu Yan, curiosamente oriunda de Wuhan. Los flashes mediáticos no cesaron en este tiempo, principalmente porque el execonomista estaba casado cuando conoció a la socialité. “La noticia” añade que se lanzó por esta aventura por la firme decisión que había tomado la madre de Enrique Iglesias: estaba decidida a pasar el resto de la vida a su lado, y así ocurrió con las consecuencias señaladas.

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