Rozalén cuenta por primera vez los secretos del pasado que marcaron definitivamente su vida

A diferencia de otros artistas reconocidos, la carrera de Rozalén ha dado un completo vuelco desde el año pasado. Primero, al ser incluida en “La Voz” como asesora de Rosario Flores, y luego con la consagración definitiva al llevarse el Premio Nacional de las Músicas Actuales. La cantante cree que su éxito se debe a las raíces, aquella influencia de su familia que la hizo abandonar los estudios en Psicología que había iniciado.

La autora de “La Puerta Violeta” asegura que está en pie gracias a la abuela y la madre, quienes le dieron los primeros sonidos de la infancia en su Albacete natal. Recordar cada una de estas costumbres y valores es fundamental en su vida. Ella se autodefine como alguien “hipersensible” a los problemas de cada persona por los aprendizajes de sus raíces. En lo personal, apenas contaba con un sueño minúsculo en relación con todo lo obtenido: recuerda que era una joven que simplemente deseaba subirse a un escenario de Madrid.

A mí me parece imposible alejarme de lo que me vio nacer y crecer.

La pureza de sus inicios se sigue manteniendo en la artista de 35 años. Cada una de sus letras es la narrativa perfecta de su vida, marcada por ciertas paradojas y una lucha incansable por llegar al lugar que hoy ocupa. Rozalén disfruta de la música casi como si fuese un proceso “terapéutico” que necesitaba desde hace tiempo, de acuerdo a “Mujer hoy”. En sus letras podemos ver a las mujeres de su familia, al igual que sus compromisos por los necesitados en cada cruzada artística. A pesar del paso del tiempo, la artista aún conserva la imagen de aquella estudiante de Musicoterapia que ayudaba a los enfermos de Parkinson.

Las raíces de Rozalén

Tal como precisa “Libertad Digital”, la cantante tenía como hobby tocar su bandurria, un peculiar instrumento de cuerdas que se asemeja a la mandolina. Apenas a los 14 años, mostraba una gran destreza que luego la supo adaptar a su carrera de psicóloga. La talentosa joven que venía de la Sierra de Segura jamás habría imaginado que su labor solidaria podría combinarla con su pasión y llevarla hacia todo el país: llegó a ser la figura de la Fundación Española contra el Cáncer y otras ONG. La cantante ahora reivindica dos grandes problemas en el horizonte: la desigualdad que dejó la pandemia y los dramas de la inmigración en el Mediterráneo.

Al igual que Joan Manuel Serrat u otros colegas, las causas sociales siguen despertando las motivaciones de sus inicios. Los premios no han obnubilado su camino, sino que lo iluminaron para llevar un auténtico ejemplo a las nuevas generaciones de artistas. Según “Mujer Hoy”, Rozalén está tan orgullosa de criarse en el desconocido pueblo de Letur que ahora vive en un campo rodeada de animales. La austeridad y la sencillez marcaron toda su vida. En su disco “El Árbol y El Bosque” quiso hacer referencia a ello, de acuerdo al “Diario AS”. Una vez que consiguió cantar en el “Café Libertad 8”, la “meca” de sus ídolos, continuó dejándose llevar por sus orígenes.