Antonio Canales desvela su estrategia para aprovecharse de la frivolidad de Telecinco y forrarse

Antonio Canales está cerca de cumplir sus 60 años y si hay dos cosas que el bailarín tiene en claro es la importancia de no callarse y de reinventarse. El fuego le recorre las venas al sagitariano y no tiene miedo en explicar sus verdaderas intenciones detrás de su breve pero acertado paso por la televisión. 

En vista a su nuevo aniversario, que será el próximo 3 de diciembre, Antonio Canales asegura que "El que cumple años es Antonio Gómez de los Reyes, no Antonio Canales que sigue siendo un niño que martiriza a los demás (confiesa entre risas). Tengo ganas de vivir, de gozar y de sentir. Lo pienso celebrar en el escenario y rodeado de mi madre, de mis hijos y de mis amigos", planea Antonio.

Las intenciones de gozar y de celebrar vienen después de un año fuerte para el bailarín, marcado por un agudo paso por la televisión: "Han sido ocho meses intensos y muy fructíferos a todos los niveles. He demostrado que soy buen comunicador y que a través de mi imagen se potencia de nuevo el flamenco. Eso por no hablar de la lucha que he podido hacer en estos meses, nada que ver con lo que se gana en el teatro bailando". 

Es que su paso por “Sálvame” no terminó como lo esperaba: luego de tres meses trabajando como colaborador, a Canales no le renovaron el contrato y, fiel al estilo del programa, se lo comunicaron en vivo. Pero el bailarín, lejos de quedarse en un lugar de víctima, admite que todo salió como él esperaba, pues su paso por la televisión se trató de una estrategia para ganar visibilidad y popularidad en otros públicos. 

"Era lo que necesitaba, porque así puedo invertir en lo que me apasiona que son mis espectáculos. Mi incursión de lleno en la televisión y en el reality de Supervivientes fue una estrategia para aprovechar el tirón de volver a estar muy presente para el público y llenar de nuevo los teatros, lo he conseguido y estoy muy contento porque bailar es lo que me da vida", admite Antonio Canales.

Además, su breve fichaje en MediaSet le dejó sabiduría sobre cómo se maneja el mundo del entretenimiento, y no duda en admitir que en Telecinco reina la frivolidad: "Esta etapa en televisión me ha enseñado mucho, como por ejemplo saber qué es lo que no tengo que hacer. Entré en un mundo frívolo, pero solo de esa forma podían verme ocho millones de personas. Los más jóvenes me han conocido y los mayores me han recordado".