Los excéntricos pedidos que hizo Karlos Arguiñano para decorar la cocina de su programa

La simpatía de Karlos Arguiñano para presentar sus deliciosos platos es una fórmula exitosa para “Antena 3” desde hace años. “Cocina abierta” es un ciclo claramente marcado por el éxito de su protagonista indiscutido y, por este motivo, en el canal pretenden que esté lo más cómodo posible. El chef ha decidido rodearse de objetos y recuerdos en esta nueva temporada que dejaron asombrados a sus fanáticos: reúne desde figuras de gallinas, chefs en miniaturas hasta divertidos pulpos de peluche.

Karlos Arguiñano pidió rodearse de marionetas de chefs apoyados en un barril y otros sensacionales juguetes que demuestran que sigue siendo un niño. A fin de cuentas, está cerca de su pueblo natal: el plató está ubicado en un caserío en Aia que pocos conocen. Quienes accedieron han conocido el misterio de las gafas y poco más de la infancia del cocinero. Puede que aquí se escondan los pocos recuerdos felices de esa época. Ha revelado en otras ocasiones que era un “pésimo estudiante”  que vivía castigado, seguramente, por los caprichos que ahora puede darse.

Detrás de las hornallas de Karlos Arguiñano

A sus 73 años, el chef de “Cocina abierta” parece ser el mismo niño que se divertía con sus juguetes al llegar del colegio primario. Una de las exigencias que ha puesto a la producción de su programa fue que cocinaría cómodo si tenía objetos que lo representan. Tal como lo precisó el portal “20 minutos” en exclusiva, lo más sorprendente del plató de Karlos Arguiñano es la maqueta de un tren que recuerda su pasado en este rubro del transporte. Trabajaba concretamente en CAF, reparando puertas metálicas.

En aquel lejano pasado donde formaba su familia con Luisi, su esposa, el chef jamás habría soñado que su pasión por los trenes la podría mezclar con su otra obsesión: la cocina. “Yo vengo del metal”, suele decir cuando le consultan por esta etapa de su vida, de acuerdo a “Cadena Ser”. El exempleado de “Beasain” seguramente extrañe a sus compañeros de aquella juventud en el programa y los tiene presentes con esta peculiar maqueta. El otro rincón de los recuerdos del plató se lo llevan las fotografías familiares y con otros colegas, como Iñaki López.

Karlos Arguiñano desvela el misterio de sus gafas

Así como el chef vasco suele protagonizar emisiones con sus divertidas marionetas, también utiliza unos excéntricos lentes de sol para atraer a los más niños. Lo cierto es que Karlos Arguiñano ordenó que le preparen un escondite, entre una puerta y una pared, para guardar sus peculiares gafas. Como lo advierte “20 minutos” en exclusiva, tiene modelos floreados y otros más discretos para jugar con la audiencia. Se permite estas travesuras en esta etapa de su vida, toda una impronta que descomprime su trabajo. En “El Correo” señaló que no era muy premiado cuando lo hacía en su infancia. Eran años más “marrones que azulados”, que prefiere recordar con humor y sin rencores.