Cada vez menos Boyer
Ana Boyer deja atrás el pasado de su padre y se convierte en la mejor heredera de Isabel Preysler
La hija de la socialité no ha dejado nada por decir.Ana Boyer fue la única hija de la alianza amorosa que mantuvieron Isabel Preysler y Miguel Boyer, en aquellos años en que la política estaba inmersa en la vida de la socialité. Se esperaba que Ana siguiera los pasos de su padre, pero el destino jugó sus cartas.
Probablemente de todos los hijos de Isabel Preysler, Ana Boyer es la que cuenta con una más sólida formación académica, gracias a la cual se avizoraba una carrera como economista que la acercaba al legado de quien fuera ministro de Economía y Hacienda del primer Gobierno de Felipe González.
La hija de la hoy esposa del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa cuenta en su currículum con dos títulos universitarios, por un lado Derecho y Administración y, por el otro, Dirección de Empresas en Icade. Estados Unidos y Brasil fueron dos de los destinos de las prácticas profesionales de esta joven brillante, que eligió el amor cuando tenía por delante su futuro.
El tenista Fernando Verdasco se cruzó en su vida y los planes de Ana Boyer cambiaron radicalmente. Los proyectos profesionales de quien terminó siendo su esposo y padre de sus hijos marcaron la brújula de esta joven que por algún tiempo prefirió mantener su vida en la discreción, eligiendo una especie de anonimato que la mantenía alejada de las fiestas de su madre y las portadas de revistas donde Isabel Preysler brilla como pocas.
La economista, sin embargo, terminó deslizándose a los titulares y ganando valor como una de las grandes gemas del apellido Preysler. Ana incluso admitió hace unos años que, aunque de niña se parecía físicamente a su padre, Miguel Boyer, con el paso del tiempo las formas y gestos de Isabel han ido recalando con más fuerza.
De pequeña era igual físicamente a mi padre y también en la forma de ser. Ahora, creo que me voy pareciendo más a mi madre.
De Isabel Preysler, Ana Boyer no solo tiene el parecido físico, sino el gusto por la vida bien vivida, con gusto y lujos. Así puede constatarse en la más reciente imagen que compartió en su cuenta en la red social Instagram, donde, como en un parpadeo de las alas de una mariposa, la hija del exministro dejó entrever una rendija de su casa, decorada con el gusto exquisito que tiene más de su madre que de los derroteros de los números y la política.