Carlos Marín y su perfil más íntimo que mostró solo a algunos pocos afortunados

Carlos Marín falleció el 19 de diciembre, pero los españoles estamos sintiendo el dolor de su partida con cierto retraso producto de que la muerte se produjo en Manchester y hace solo algunos días sus restos han llegado a Madrid. Desde entonces y como era lógico, todos aquellos que tuvieron la oportunidad de compartir con él la vida y los escenarios están tratando de comprender la liviandad de nuestra existencia, algo que tuvimos muy presente en los meses duros de pandemia y que creíamos que ya habíamos superado, pero evidentemente no.

Geraldine Larrosa, quien fue esposa de Carlos Marín hace unos 12 años, ha recordado ante los medios que el cantante fue el gran amor de su vida y posteriormente les ha tocado el tiempo de la reflexión a sus colegas, esos artistas que contaron con la fortuna de coincidir con él en los escenarios más emblemáticos del mundo. Todos han hecho referencia a recuerdos personales y a las razones por las que lo extrañarán, pero también todos han coincidido en unas palabras que probablemente son las que mejor definen al creador de “Il Divo”: era un ser humano excepcional por su sentido del humor y su espíritu colaborativo en cualquier circunstancia.

“Era una persona muy generosa, graciosa, que se preocupaba por todos”, destacaba Sebastien Izambard y, posteriormente, David Miller continuaba por la misma vía y expresaba entre lágrimas que el cantante lírico tenía la capacidad de “hacerte sentir único”. “Cuando estaba hablando contigo, te daba toda su atención y te hacía sentir como si fueses la única persona en la sala”, señalaba uno de los integrantes del conjunto a la revista “Semana” y a continuación destacaba la jovialidad que siempre lo acompañaba pese a que ya tenía más de 50 años. “Era el Peter Pan eterno”, apuntaban, y ese es otro de los puntos de coincidencia entre sus allegados.

Los compañeros de Carlos Marín no solo han hecho referencia a sus dones humanos, sino también a su talento, ese que, en definitiva, lo llevó a consolidarse como uno de los artistas líricos más representativos de nuestra tierra. En ese sentido, varios han asegurado que, más de una vez, ellos mismos se quedaban embobados cuando alcanzaba ciertas notas, a tal punto que perdían la noción del ensayo y hasta se olvidaban de sus respectivos fragmentos. “Me quedaba fascinado por su forma de cantar todas las noches”, decía con una emoción evidente uno de los vocalistas del grupo, quien indudablemente no podrá olvidarse jamás de ese colega que lo colocó en la cima.

“Il Divo” tenía previsto un concierto en Florida para el 7 de enero, pero todos se han puesto de acuerdo en la cancelación de esa presentación y no han especificado una fecha en la que podrían volver a retomar su agenda y es lógico que así lo hicieran. Carlos Marín ha dejado de existir y eso, traducido al funcionamiento del grupo, quiere decir que no pueden seguir como antes por más que así lo quisieran. Anímicamente primero tendrán que transitar el duelo y acomodarse a la idea de subirse a los escenarios sin el líder, pero luego también tendrán que averiguar si es posible que el grupo siga siendo tan exitoso como cuando tenía a Carlos, pero para eso, lamentablemente, falta mucho tiempo.