Patatas asadas crujientes, el acompañamiento para cualquier menú de Nochevieja

Solo quedan horas para despedir el año y, como aquí creemos fervientemente en las energías, defendemos la idea de que todo lo que se deja ir debe hacerse con sentimiento de gratitud para que lo nuevo ingrese con aires buenos. Para alimentar ese espíritu nada mejor que un buen menú festivo y si de comida para agasajar se trata, definitivamente no hay nada mejor que unas buenas patatas como guarnición. Pero, es muy probable que estén un poco cansados de este acompañamiento y que sientan que necesitan algo nuevo y, como aquí compartimos esa percepción, nos aventuramos a una reversión que no tiene desperdicios: las patatas asadas crujientes, un plato que sí o sí querrás repetir luego en cualquier momento del año.

Ingredientes para 6 personas:

4 patatas medianas

75g de mantequilla

100g de queso parmesano

Bouquet garni

1 cucharadita de bicarbonato sódico

1 cucharada sopera de sal fina

Perejil fresco

Procedimiento:

Comenzaremos las patatas asadas crujientes lavando muy bien cada uno de los tubérculos y decidiendo si les apetecen más con o sin piel. Desde aquí les recomendamos que dejen la cáscara para conservar la mayor cantidad posible de nutrientes y para ahorrar un poco de tiempo. En ese caso, por supuesto, la limpieza tendrá que ser más enérgica todavía. Posteriormente, las cortaremos de la forma que más les guste, preferentemente del tamaño de un bocado y comenzaremos a darles sabor.

Tomaremos una fuente amplia, le colocaremos un poco de aceite en la base y la enviaremos a calentar porque la clave de que las patatas asadas crujientes no se peguen a la base está en que el recipiente de cocción esté caliente antes de colocarlas en ella. Entonces, mientras la fuente toma temperatura, pondremos las patatas en un bowl y allí le agregaremos las especias; es decir, la mantequilla derretida, el queso parmesano, el bouquet garni, el bicarbonato y la sal, porque el perejil lo agregaremos al final. También podrían agregar pimentón y ajo fresco recién picado.

Cuando la fuente esté caliente, volcaremos las patatas en ella y enviaremos todo a cocinar a un horno moderado. Sabrán que las patatas asadas crujientes están listas cuando tomen un color dorado parejo en todas sus caras y estén tiernas al tacto, recién entonces agregaremos el perejil picado. Vale destacar que pueden agregar u obviar todas las especias que quieran, pero no deberían dejar a un lado el queso, pues ese es el ingrediente secreto para lograr el crocante que estamos buscando. Esta receta puede ser el acompañamiento de cualquier plato de carnes, como nuestra versión de carne mechada que puedes aprender a preparar aquí, o bien de un tapeo y en cualquier caso una muy buena opción es servirlo con salsas frescas para que los comensales puedan mojar allí las patatas. ¡Buen provecho!