Todas las versiones del puré de patatas para que dejes de creer que no es un buen acompañamiento

El puré de patatas es una de esas recetas que encontramos como guarnición tanto en los restaurantes más sofisticados como en los más camperos y eso responde a que es una preparación que enamora y que es muy versátil. ¿Qué hubiese sido de nuestra gastronomía si en el proceso de conquista de las Américas no hubiesen venido estos verdaderos tesoros de la naturaleza? Afortunadamente, vinieron y hoy las utilizamos para llevar a cabo todo tipo de manjares. En esta oportunidad, repasaremos la versión clásica y luego todas las variantes, como para que escojan sin limitaciones e incluso dejen volar sus imaginaciones para crear nuevas.

Ingredientes para dos porciones de puré de patatas tradicional:

500 g de patatas

Agua

Sal

Leche

Mantequilla

Pimienta

Procedimiento:

Comenzaremos el puré de patatas pelando y lavando muy bien las patatas para luego cortarlas en cubos y colocarlas a cocinar en una cacerola con abundante agua salada. Es muy importante que los tubérculos estén en buen estado, firmes, sin brotes ni ojos para que el resultado final sea sublime. Cuando notemos que las patatas están tiernas, las escurriremos y comenzaremos a aplastarlas con ayuda de un tenedor. Mientras tanto, agregaremos una cucharada de mantequilla y cantidad necesaria de leche hasta que lleguemos a la consistencia deseada. En esta instancia, constataremos la sal, rectificaremos si es necesario y si no, solamente agregaremos pimienta. Esta es la versión básica, veamos cómo podemos enriquecerla.

Otro dato a tener en cuenta para conseguir un puré de patatas majestuoso es que, una vez que las patatas estén desarmadas, solamente mezclaremos para integrar, jamás batiremos porque solo lograremos que el plato quede elástico como chicle y nada cremoso. La primera variante es reemplazar el agua de cocción por caldo y entonces ya estaríamos agregando un plus de sabores irresistibles. En la misma vía, también podríamos agregar pasta de ajo y perejil finamente picado junto con la mantequilla o incluso reemplazar la mantequilla por aceite de oliva. Les aseguramos que, con cualquiera de esas técnicas, descubrirás un puré completamente nuevo.

Pero si lo anterior todavía te resultó poco, entonces atento a lo que viene: puré de patatas con agregados. Para mejorar la textura de este menú, podemos cocinar las patatas con su cáscara (previamente cepillada para eliminar la tierra) y no retirarla al momento de comenzar a pisarlas, obtendrán un puré mucho más rugoso, pero también mucho más sabroso y nutritivo. Otra posibilidad es agregarle huevos duros picados, trozos de queso fresco para que se derrita o salchichas en rodajas y, en este caso, casi que ya estarían logrando un plato completo.

Afortunadamente, las patatas van con todo y el puré de patatas no es la excepción. Otro sabor que combina de maravilla es el de la nuez moscada o la canela y podrían utilizar esta última para mezclarla con azúcar y preparar una versión agridulce. No hay límites para la creatividad y es una muy buena idea incursionar con esta comida porque es muy difícil que algo no combine. Los invitamos a que inventen su propia versión, pero si quieren tomar un camino seguro y delicioso, deberían probar el aligot, un puré de patatas que parece traído de otro planeta y cuyo procedimiento pueden seguir aquí. ¡Buen provecho!