Confesión
El secreto que Karlos Arguiñano mantuvo en silencio por miedo a perder su trabajo
El chef dio explicaciones sobre una verdad que no ha podido borrar con el paso del tiempo.
La permanencia de Karlos Arguiñano en “La 1” por más de 10 años, así como también sus fichajes por “Telecinco” y “Antena 3” seguramente no habrían sido posibles sin su neutralidad política. El chef se dedica plenamente a las hornallas, pues recién a sus 73 años reveló cuáles son sus preferencias. Encontró el momento adecuado para revelarlo en su última entrevista; una sorpresa, dado que se había mostrado realmente apolítico este año cuando acusó a los dirigentes de arreglar sus planes para “cobrar” incluso en sus retiros.
La estrella de “Cocina Abierta” confesó que, a pesar de convertirse en un gran empresario, sigue conservando aquella rebeldía “rojilla” del obrero que supo ser. El vasco fue empleado de más de una compañía de trenes. Su oficio consistía en reparar las puertas de los mismos, hasta que finalmente pudo dedicarse a la cocina. En definitiva, dejó claro que el progreso económico en su vida no cambió sus ideas. Hace mucho tiempo había dado una pista de su ideología, o mínimamente sobre las que aborrecía: sucedió en 2012, cuando criticó al PP por la reforma educativa.
La mirada política de Karlos Arguiñano
“Vengo del metal”, sentencia el chef al principio de su respuesta, recordando que sus orígenes siguen teniendo mucha relación con la exitosa actualidad. Karlos Arguiñano nunca se resignó a ninguna bajada de línea política en sus años con la televisión pública, por esto mismo, aprendió a cuidar tanto su ideología, como también su trabajo. Es una enseñanza que, tal como precisa “El Mundo”, aprendió forzosamente al lado de su padre. Era un negacionista de la democracia, que no creía en los dirigentes políticos de raíz. Salvando distancias, puede que padre e hijo coincidan más de lo esperable: el chef cuestiona a algunos por su interés salarial y la falta de estudios.
La figura de “Cocina Abierta” no suele reservarse ningún chiste de crítica política en su programa. Según “Marca”, el chef fue uno de los grandes detractores de la gestión sanitaria de Pedro Sánchez. Deslizó que su Gobierno es “lo mejor que tenemos” con cierta ironía, dejando claro que ha bajado la vara política desde hace tiempo. En su caso, sufrió mucho las decisiones gubernamentales en la pandemia por los cierres de sus restaurantes. Por este único motivo, está descontento con la dirigencia. En la reciente entrevista, Karlos Arguiñano sugirió que sería adecuado cambiar a todos los políticos por la falta de solidaridad y egoísmo que tuvieron ante la crisis del coronavirus.
No les veo que se unan para el bien común.
Más allá de esta desilusión corriente con los gobernantes, el chef fue claro al remarcar que nunca votaría a los partidos de derecha. Era un enfrentamiento común con su padre, quien para su sorpresa, era partidario de conservadores y liberales siendo de un poder adquisitivo bajo. Según “El Mundo”, termina remarcando que ahora vive la misma contradicción políticamente “doctrinal” al ser un empresario “rojillo”. Quienes sean más memoriosos recordarán que la bandera de la educación y la sanidad nunca estuvo dispuesto a soltarlas. “El comidista” añade que Karlos Arguiñano también defiende una política integradora de inmigrantes, una más de las deudas que le reclamaba al Gobierno de Mariano Rajoy hace varios años.
