El día en que Julio Iglesias les recordó a sus herederos quién manda y puso a todos a rezar

Nadie puede decir que Julio Iglesias es un hombre conflictivo, porque estaría mintiendo. Si tuviésemos que ocupar ese cargo es probable que sea Miguel Bosé quien tenga más mérito para conseguirlo, pero no el exmarido de Isabel Preysler, quien sí podría ser el líder de otros rankings polémicos. El padre de Chábeli se ha caracterizado por manejarse de un modo muy peculiar con las mujeres, comprometiéndose a medias y conquistando sin límites; pero en materia de paternidad se ha comportado mal para los estándares que comúnmente maneja la sociedad. El hombre no ha estado en la crianza de sus hijos, pero lo que es todavía peor es que se niega a reconocer a un hijo que, aparentemente, tiene todas las pruebas que lo respaldan. Incluso luego de toda la descripción que acabamos de hacer, Iglesias no es un señor problemático.

Pero, las aguas más calmas pueden volverse turbulentas si son llevadas a terrenos desparejos y empinados, y eso es exactamente lo que le sucedió a Julio Iglesias, al menos en una oportunidad. Hace mucho tiempo que nadie ve asomarse al cantante y eso no hace más que crear el escenario perfecto para las dudas y especulaciones. Algo así sucedió hace algunos años cuando un paparazzi lo fotografió en una playa en compañía de dos enfermeras que lo ayudaban a caminar. Su estado estaba visiblemente desmejorado y todos comenzamos a creer que su final estaba cerca, pero fue entonces cuando sacó a relucir su furia con un mensaje que tenía como destinatarios a todos los herederos de su fortuna.

Los que están esperando mi muerte para heredar, que es lo único que pretenden, que sigan esperando.

El artista se vio obligado a aclarar, mediante las redes sociales, que estaba en perfectas condiciones de salud, pero también les lanzó un varápalo a quienes solo lo ven como una máquina generadora de dinero al asegurar que no estaba dispuesto a morir para que ellos se beneficien. Sin buscarlo, Julio expuso uno de sus mayores pesares y preocupaciones: que está completamente solo y que los que dicen preocuparse por él en realidad solo están interesados en la vida de rico que se vive estando a su lado. Por supuesto, eso es algo típico de las estrellas de trascendencia mundial, pero son pocos los que se animan a confesarlo tan abiertamente.

En aquel entonces, ninguno de los aludidos se manifestó al respecto, quizás porque hacerlo sería reconocer que sentían que el mensaje de Julio Iglesias los había tenido a ellos como destinatarios. Pero, de todos modos, no hizo falta, pues el madrileño fue muy claro al referirse sin rodeos “a los que esperaban su muerte para heredar” y no hereda cualquiera, sino los allegados más cercanos, es decir, los hijos y esposa; a menos que él deje por escrito otra voluntad. 1.000 millones de euros sería el patrimonio en disputa y esa cifra nos lleva a pensar que es lógica la potencial riña.

Desde ese comunicado que nadie ha podido olvidar aún, Julio Iglesias no ha vuelto a expresarse, excepto algunas publicaciones en su cuenta oficial de Instagram en las que solo hace referencia a eventos puntuales de su carrera y son pocos los que creen que sea él quien está detrás de esas apariciones digitales. Solo necesitó un par de palabras para aclarar los tantos y recordarnos que aún está aquí y con todas las antenas paradas pese a que se niegue a aparecer en público y a charlar con la prensa.