Miguel Bosé se rompe y desvela lo que logró aprender gracias a su libro

Miguel Bosé ha puesto mucho de su parte para que últimamente su nombre esté asociado a puras polémicas. Desde el comienzo de la pandemia por Coronavirus decidió no creer en la existencia del mismo y luego se proclamó abiertamente en contra de todas las medidas de los gobiernos para intentar controlar la situación. Mientras tanto, se enfrentó a una de las separaciones más polémicas de los últimos años y, por si todo lo anterior resultaba poco, también se alejó por completo de los escenarios. El artista había dejado de llamar la atención por su arte y todo lo que lo rodeaba eran escándalos.

Pero, un buen día dijo basta y levantó la cabeza. Miguel Bosé descubrió que podía escribir un libro autobiográfico en el que contar los secretos más profundos de su existencia, los recuerdos familiares, sus experiencias como cantante y las penas que nadie imaginó que atravesaba porque el brillo de la fama lo opacaba todo. “El hijo del Capitán Trueno” es el nombre que eligió para la obra y, aunque al principio no comprendíamos la razón de ese título, poco a poco entendemos que no podría haber elegido uno mejor.

El intérprete de “Amante bandido” le ha concedido una entrevista al portal mexicano “Milenio” y el encuentro ha sido absolutamente revelador. Allí el cantante manifestó que no ha perdido la memoria en todos estos años y que, precisamente, la calidad de su libro está en la enorme cantidad de detalles que le aporta al relato, lo cual hace que los lectores se sumerjan en una verdadera aventura y lo comprendan de un modo más profundo. Pero también dio a conocer una verdad que nos dejó perplejos a todos y que nos cambió completamente lo que venimos pensando de él desde hace unos meses a esta parte: no guarda rencores.

El libro le ha servido a Miguel Bosé para darse cuenta de todas las cosas que tiene solucionadas, sitios en los que quizás antes veía problemas y encrucijadas sin resolver. El reportero le consultó si la escritura le había servido para recuperar la paz, pero la respuesta del nacido en Panamá fue contundente: “No, al escribir me di cuenta que ya había solucionado las cosas y si de algo carecen estas memorias, es de rencor. No hay”, contestaba Miguel con una seguridad apabullante.

No debe haber sido nada fácil ser Miguel Bosé, no solo por la fama que en sí suele ser problemática, sino porque provenía de una familia de artistas en la que la constante no era precisamente la libertad. Su madre fue un ícono de la actuación y del buen vestir, y su padre, un hombre que no daba el brazo a torcer y que jamás manifestaba emociones por miedo a que eso lo hiciera ver débil. El exnovio de Nacho Palau cargó con pesadas mochilas en la espalda producto de su complicada crianza, pero, eso que hasta ayer creíamos que eran puros resentimientos, ahora vemos que no son más que recuerdos. Su vida ha dejado de ser un misterio, solo es necesario comprar el libro para conocerlo en forma cabal y la realidad es que, luego de entrevistas como estas, pocas cosas suenan más interesantes.