Patatas bravas, el platillo de bar que merece ganarse el podio del Olimpo gastronómico

Existen tantas versiones de patatas bravas en España como restaurantes o bares que las incluyan en su carta. Más allá de las diferencias mínimas en sabores, todas representan lo mejor de nuestra gastronomía porque conjugan algunos pilares básicos de la cocina: simpleza, economía y sabor. Sin lugar a dudas son perfectas para el picoteo del fin de semana, y luego de leer este artículo serás consciente de que puedes conseguir la misma calidad de un restaurante de primera categoría en la comodidad de tu hogar.

Ingredientes para 4 personas:

3 patatas grandes

½ cebolla

1 cucharada sopera de pimentón dulce

1 cucharada sopera de pimentón picante

2 cucharadas de harina de trigo

500ml de caldo de pollo

Aceite de oliva

Sal

Perejil fresco

Procedimiento:

Comenzaremos las patatas bravas preparando la salsa, y para eso picaremos finamente la cebolla y la colocaremos a pochar en una cacerola profunda con un poco de aceite de oliva. Justo antes de que comiencen a tomar color dorado, agregaremos los pimentones y mezclaremos para integrar. Posteriormente sumaremos la harina y la cocinaremos unos 2 minutos hasta que con el contacto con el aceite forme lo que en la jerga se conoce como un roux (ligue básico de las salsas).

A continuación incorporaremos el caldo de pollo caliente y mezclaremos enérgicamente para que la harina no forme grumos. Verán que obtendremos una especie de bechamel bastante tomada que será perfecta para bañar esta delicia que estamos preparando. En ese punto cocinaremos por diez minutos y finalmente trituraremos con un mixer para conseguir una textura completamente homogénea y sin restos groseros de cebolla.

En cuanto a las patatas en sí, lo que haremos será pelarlas y cortarlas en cubos irregulares del tamaño de un bocado (hay quienes las prefieren con cáscara). Las pondremos en agua hirviendo por unos 5 minutos para una primera cocción, luego las escurriremos muy bien y las pasaremos a un sartén con abundante aceite para freírlas. Una vez listo este paso, las bañaremos con la salsa que antes hicimos y las patatas bravas ya estarán perfectas para encontrase con los comensales. Solamente restará agregar un toque de perejil recién picado por encima para aportar un poco de frescura. ¡A disfrutarlas!