El truco para que tu sándwich de pollo sea el compañero ideal de las viandas de verano

En gastronomía existen decenas de delicias que agradecemos que alguien las creara alguna vez. En ese sentido, perfectamente podríamos armar un “top three”, aunque no sabríamos cuál lideraría el ranking: omelettes, pizzas y sándwiches. Hoy nos abocaremos a la tercera opción y reversionaremos el clásico: sándwich de pollo, un auténtico manjar que no pasa de moda nunca y que nadie rechaza jamás.

Ingredientes para 2 personas:

4 rebanadas de pan de hogaza

200g de pechuga de pollo fileteada

1 aguacate

2 huevos

3 cucharadas abundantes de queso de cabra

1 tomate

Hojas frescas de rúcula

2 cucharadas de mostaza

2 cucharadas de mayonesa

Aceite de oliva

Procedimiento:

Damos por sentado que al leer la lista de materias primas más de uno habrá comenzado a salivar de manera intensa y habrán corrido a revisar si tienen todo lo necesario para arrancar. Una vez listos y con las ansiedades controladas, comenzaremos con el sándwich de pollo poniendo a calentar un poco de aceite en un sartén y allí marcaremos los bifes de pollo. Una vez dorados y cocidos, los apartaremos del fuego y en el mismo recipiente cocinaremos de a uno los huevos. Lo haremos como si fuera a la plancha: con poco aceite y rompiendo la yema.

A continuación, tomaremos un cuenco y allí mezclaremos la mayonesa con la mostaza y el queso de cabra. Obtendremos una pasta y con ella untaremos los cuatro panes. Posteriormente, lavaremos los vegetales y rebanaremos el tomate en rodajas finas para que luego el consumo no se convierta en una tarea imposible. Ahora procederemos al ensamblado: luego del aderezo armaremos un colchón con las hojas, encima irá el tomate y luego el pollo y el aguacate cortado en rebanadas. Culminaremos con el huevo por encima y la tapa de pan.

Esta versión de sándwich de pollo la pensamos para que sea degustada tibia pero sabrá igual de bien fría. De todos modos, les recomendamos que no salteen el último paso, aunque no tengan previsto consumirlo de inmediato. Colocaremos unos palillos para sujetar el sándwich y así lo pondremos nuevamente en el sartén caliente con un poco más de aceite de oliva. Además de que tome temperatura, buscamos que se ponga un poco crocante.

Este sándwich de pollo es delicioso y perfecto para llevar de campamento. Sin embargo, cabe aclarar que admite modificaciones según el gusto de los comensales y, por ejemplo, la rúcula podría ser reemplazada por lechuga. Sin lugar a dudas, no se arrepentirán al probarlo y, si buscan una opción de almuerzo vegetariano, no dejen de revisar esta receta de ensalada Waldorf. ¡Buen provecho!