Admirable

El día que Rafaela Aparicio reveló su secreto para trabajar a los 88 años

El vínculo con su padre le habría dejado una enseñanza a la aclamada actriz.
domingo, 13 de junio de 2021 · 04:45

Las actrices contemporáneas admiran a Rafaela Aparicio por sus espectaculares interpretaciones en las numerosas películas que la tuvieron como coprotagonista. Su labor artística fue siempre reconocida, pues como ocurre en la actualidad con Rossy de Palma, quienes ocupan el rol de secundarias también son parte fundamental de los largometrajes.

El mayor logro de la aclamada intérprete ha sido trabajar hasta los últimos dos años de vida. A sus 88 años seguía animándose a la pantalla grande con “Oh, cielos”, y una templanza única para afrontar con su sentido del humor característico la etapa final de su carrera. El mejor de sus consejos ha sido que “mientras uno esté en activo”, no hay edad que jubile la profesión y los sueños dorados de trascendencia.

Desde Andalucía hacia el mundo, Rafaela Aparicio es una referente de la actuación por su participación en cintas como “El mar y el tiempo”. Los honores recibidos en los Premios Goya no la detuvieron en su mayoría de edad, para seguir dejando un legado inconfundible por las dosis de comedia que entregaba en cada una de las escenas. En la película mencionada supo combinar con su “hijo Eusebio” el drama de una mujer con demencia que desconocía a sus allegados.

En “Sor Citroen” tuvo una interpretación que hacía reír hasta a las butacas de los cines. Era una más de las monjas de un convento que buscaba una renovación en sus costumbres, con un auto nuevo para la época que también le presentaba complicaciones. Pero una de las más recordadas es “El Sur”, una cinta que trascendió las fronteras europeas y latinoamericanas para llegar a tener un reconocimiento internacional. Aquella abuela Milagros era una nostálgica de su pueblo y prefería callar para no decir más a la niña Estrella.

Terminé mi carrera y le dije a mi papá que me iba al teatro.

El inicio de la mayoría de los actores está lejos de la pantalla grande. El teatro fue el primer eslabón en la carrera de Rafaela Aparicio, y uno de los últimos en su participación en “La abuela echa humo”, sólo después del segundo premio Goya. Lo que relaciona este pasado lejano sin el apoyo de su padre, y sus últimos momentos, es que siempre actuó para sentirse joven; pues considera que es algo que cada uno experimenta como una actitud ante la vida. Resultará paradójico y triste que en sus últimos meses padeciera de problemas de memoria como en su personaje de “El mar y el tiempo”, pero lo más importante para ella fue emocionar “hasta las lágrimas” a personas rígidas como su padre, con actuaciones entrañables que siguen quedando en el mejor de los recuerdos.

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