El verdadero amor de Joan Manuel Serrat, que lo cuidó cuando su vida corría riesgo

Joan Manuel Serrat ha recorrido todo el mundo gracias a su obra musical. El cantautor descubrió lugares más hermosos que su Barcelona natal, en los cuales pudo identificar su poesía del “Mediterráneo”. Existe un sitio, que no es precisamente Buenos Aires, donde siente que dejó todo su amor. La última vez que lo visitó fue antes de la pandemia y en compañía de Joaquín Sabina.

El catalán declaró su amor por México, un lugar que fue más que su escala en el exilio durante los últimos 50 años. Cada uno de los puntos que visitó en el país azteca lo conmueve, por lo que siempre que lo visita trata de devolver la gratitud con su música. Aquellos recuerdos que se remontan hacia 1975 son inolvidables. Cabe recordar que también fue el escenario donde presentó su último álbum prohibido, “Para piel de manzana”, que le costó un pedido de captura en nuestra península. 

México ha sido mi casa, mi patio de juegos, mi lecho nupcial.

Cuando la música o cualquier rama del arte es censurada en una parte del mundo, cualquier sitio donde es bien recibido toma una importancia inmensa. Por este motivo, Joan Manuel Serrat solo tiene palabras de agradecimiento con México al darle un lugar mientras la televisión española lo rechazaba por cantar en catalán. En su última visita a este país, regaló nueve conciertos para que sus fanáticos disfrutaran de su inoxidable obra, según “Milenio”. El año 2019 fue muy especial, pues se presentó como solista en febrero y a fin de año regresó con Joaquín Sabina, su fiel compañero. Mientras el artista madrileño reivindicaba el legado musical mexicano, el autor de “Cantares” elogiaba al público por el respeto recibido.

Tal como precisa “El Universo”, este rincón del mundo legendario por la época de la conquista española, representa mucho en el corazón de dos de los principales cantautores de nuestro país. Hasta tuvieron la confianza necesaria para referirse a la situación política de la península y la inestabilidad democrática en América Latina. “Te sientes uno más”, definió el cantautor nacido en Barcelona. Cada vez que recuerda “Para piel de manzana” en sus reediciones, no evita mencionar un disco que lo llena de miedo  e indignación por el tiempo oscuro franquista del cual se ocultaba. Aquel otoño de 1975 fue una época compleja y contradictoria para él.

Fueron días de mucho dolor y también de grandes descubrimientos.

Joan Manuel Serrat presentó este disco en México y criticó el régimen dictatorial al punto de recibir un pedido de captura por los términos del artículo 132 del Código Penal. El cantautor recibía muchas presiones estando al otro lado del océano Atlántico, pero afortunadamente recibió el asilo que necesitaba en tierra azteca. “Sólo la olla sabe cómo hierve la sopa”, deslizó en una metáfora agradeciendo a los mexicanos que entendieron de su sufrimiento. La historia de amor con este país se selló tanto con su música, como también con algunos reconocimientos de doctor “honoris causa” que le habrán hecho muy bien en lo emocional, aunque no sea amigo de los honores. “La Vanguardia” precisó que en 2011 lo recibió en la UNAM, la universidad más importante del país centroamericano.