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Croquetas de queso: la receta perfecta para acompañar cualquier menú este verano
Esta es una comida que permite experimentar con infinidad de sabores y siempre quedar bien con nuestros comensales.
En este preciso momento nos declaramos fanáticos absolutos de las croquetas en todas sus versiones y el motivo es muy lógico: son las aliadas indicadas para aprovechar los restos de comida que quedan en la nevera y que no se adaptan a ninguna otra preparación. Pero, además, las croquetas de queso representan un plus en categoría que nos harán quedar como cocineros sofisticados ante las mesas más exigentes, mediante unos simple trucos que puede desempeñar cualquiera.
Ingredientes para 25 unidades:
50g de mantequilla
50g de harina de trigo
65g de queso azul
4 quesitos
20g de queso parmesano rallado
400ml de leche entera
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Aceite
Pan rallado
Procedimiento:
Comenzaremos las croquetas de queso colocando la mantequilla en una cacerola grande, cuando se derrita, pondremos allí mismo la harina y comenzaremos a batir enérgicamente para que se cocine sin formar grumos. Posteriormente agregaremos el queso azul en trozos pequeños y cuando se derrita, un pequeño chorro de leche para ayudar a aligerar la preparación. En ningún momento dejaremos de batir.
Cuando la leche que incorporamos al principio se consuma, agregaremos un poco más y continuaremos de ese modo hasta haber añadido la mitad de la cantidad indicada. En este punto agregaremos los quesitos en trozos junto con el parmesano, cuando se disuelvan, terminaremos de agregar la leche restante. Observarán que queda una masa semi sólida, como la de cualquier otra croqueta. Haremos hervir por 15 minutos, salpimentaremos al gusto y finalmente verteremos toda la preparación en una fuente amplia y plana en la que refrigeraremos.
Cuando la masa esté completamente sólida y fría, cortaremos las porciones que luego se transformarán en las croquetas de queso. Las pasaremos por pan rallado, huevo y pan rallado y finalmente las colocaremos a freír en abundante aceite caliente. Esta delicia puede acompañarse con una salsa fresca de tomates o bien con una pico de gallo, pues sus sabores frescos y picantes serán perfectos para contrarrestar la fritura y la grasa de los quesos. ¡Buen provecho!
