Carolina Herrera vuelve a las pasarelas con dos invitadas de lujo que reivindican su obra

La normalidad poco a poco comienza a sentirse y el mundo de la moda no es ajeno a ese proceso. Mucho tiempo hemos esperado para que los eventos multitudinarios se retomen, y Carolina Herrera es la pionera, como lo ha sido siempre en tantos otros aspectos. La ciudad de Nueva York es la que le ha abierto las puertas de par en par a ella y a todo su encanto, y qué mejor que esa combinación de locación y artista para anunciar la inminente llegada de la primavera con prendas que de ensueño.

En esta oportunidad, Carolina Herrera ha contado con varias fuentes de inspiración para lanzar su obra. Por un lado, este retorno a la vida que conocíamos antes. Por otro, la llegada de la estación de las flores en el hemisferio sur, y un tercero, probablemente el más importante de todos: la celebración de sus 40 años ininterrumpidos creando tendencia en moda para todo el mundo. Es por eso que, en esta velada tan especial, la han acompañado dos de las personas más importantes de su vida: sus hijas.

Tal como era de esperar, tanto Carolina Adriana Herrera como Patricia Cristina Herrera, han asistido al gran evento de su madre con atuendos que hacían honor al ambiente en el que han sido criadas. Las dos escogieron atuendos de la firma familiar, pero Adriana optó por un vestido de líneas simples y al cuerpo, con breteles espagueti y unas llamativas mangas abullonadas que constituyen uno de los sellos de la marca a la que se rendía homenaje esa noche. Patricia, por su parte, se inclinó por un vestido largo con mucho movimiento y un estampado primaveral.

Sin lugar a dudas, los retoños de Carolina Herrera son las mejores representantes del clásico estilo en el que siempre ha trabajado su madre, el cual hoy es inconfundible en cualquier persona que guste de apreciar los nuevos gritos de la moda. Esta nueva colección de la artista justamente busca poner el foco en esos elementos típicos de su forma de componer, como si se tratara de un intento por poner de manifiesto que los lineamientos básicos de la firma no se han modificado. Eso, justamente, es lo que se ha visto en la pasarela: abundancia de sus colores insignia (blanco, negro y rojo), trajes de sastre y mangas con mucho protagonismo.

Muchos son los motivos por los que Carolina Herrera debe haber estado pletórica de felicidad la noche del jueves en la indiscutible ciudad de la moda. Mantenerse durante tantos años como una de las empresarias más exitosas de su rubro no es nada fácil, pero todas las cargas se sienten más livianas cuando el acarreo es compartido. Gran parte del triunfo de la diseñadora venezolana está en su entorno, y es por eso que Carolina Adriana y Patricia Cristina honran a su madre cada vez que tienen oportunidad.