“La Oreja de Van Gogh” encontró la fórmula mágica para sobrevivir al paso del tiempo

El gran mérito de las bandas legendarias del rock puede explicarse por la faceta camaleónica que adoptaron musicalmente. Los Beatles y Los Rolling Stones dejaron atrás el “rock and roll” de los inicios, David Bowie se adaptó a los cambios de género en casi 50 años de carrera, y “La Oreja de Van Gogh” también entendió a la perfección que la industria dio un viraje. Xabi San Martín confesó que le tenía miedo al “autoplagio” o repetirse a sí mismos, pero sus discos jamás dejaron la originalidad.

Los fanáticos del grupo no tienen dudas con que “Cometas por el cielo” fue el álbum que marcó un punto de quiebre, con la consagración de Leire Martínez y un estilo musical maduro respecto a los inicios. La canción que le da nombre al disco es una de las más destacadas, así como también “La Niña Que Llora En Tus Fiestas” vuelve a jugar con la temática de “rosas” que tanto éxito les dio en el pasado. También se conservaron canciones incluidas como “bonus track” que, una vez lanzadas, el éxito les causó una gran sorpresa. El proceso de composición fue exhaustivo y los resultados estuvieron a la altura.

Pasaron 25 años desde la primera formación de “La Oreja de Van Gogh” y lo cierto es que poco queda de aquellos vascos novatos que soñaban con revolucionar el pop. Alcanzaron sin lugar a dudas sus metas, aunque sin Amaia Montero ni tampoco con la magia de “Rosas” que encontraron en los comienzos. El grupo comenzó a torcer su rumbo con “Puedes contar conmigo”, demostrando, todavía con su primera cantante, que podía mantenerse en los primeros puestos por dos meses. Según “Cadena 100”, la llegada de Leire Martínez coincidió con la etapa de madurez del grupo, por medio de dos exitosos álbumes que ya le esquivaban al estilo fundacional. El miedo a la decadencia siempre estuvo presente para los integrantes históricos, que jamás quisieron parecerse a la versión noventera del grupo.

Xabi San Martín sorprendió a todos los fanáticos al confesar que el grupo tenía ciertas inseguridades con el paso de los años. De acuerdo a “EFE”, el músico desmitificó el hecho de ser una banda consagrada hacia el año pasado. La sumatoria de escenarios engrandece, pero tampoco desvía a quienes entienden el complicado mundo de la música. El autoplagio es otro fantasma, pues siempre tratan de evitar las fórmulas exitosas de otras épocas. “Un susurro en la tormenta”, el nuevo trabajo, no tiene ningún parecido con los antecesores. “La Oreja de Van Gogh” lo estará presentando hasta el 26 de septiembre en la península, con un repertorio mezclado con otras joyas de “Cometas por el cielo”; un álbum que ya cumplió una década.

El disco atesora canciones como “Mientras Quede Por Decir Una Palabra” que cambia los sonidos más pop hacia los más clásicos del rock. La utilización de distintos instrumentos y estilos en una sola canción hicieron distinto a este álbum tan aclamado. “La Oreja de Van Gogh” también se ganó un nombre propio por el anterior “La Luz Que Nace En Ti”, pero “Cometas por el cielo” resume el camino de prosperidad musical que alcanzó la banda hasta estos días. En aquel momento, confesaban que llevó un año y medio de composición. Muchas canciones parecían ideales “bonus track” que terminaron formando parte, e incluso revelaron en una entrevista que quedaron sin publicarse algunas joyas de los estudios de grabación.