Digan lo que digan, esta es la verdad detrás de la relación entre la Reina Letizia y Doña Sofía

Ríos de tinta han corrido sobre la relación entre las reinas de Zarzuela. Según los entendidos la Reina Letizia y la Reina Sofía se llevan, para decir lo menos, bastante mal. Excusas para una relación tensa la verdad que no le falta a ninguna y la lista de reproches mutuos sería del tamaño del Quijote, de nuestro Miguel de Cervantes.

El distanciamiento de la Emérita con sus nietas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, la reducción de su agenda pública y esconderla como si tuviera alguna de las viejas pestes que asoló Europa hace siglos, serían seguramente algunos de los reproches de la esposa del Rey Juan Carlos. Mientras que su nuera probablemente se decantaría por acusarla de ser cuanto menos permisiva a las escandalosas conductas del padre de su esposo. En fin, les sobran los motivos.

Pero, hay una cosa, al menos, que la Reina Letizia admira de su suegra. Por lo menos una. Y no es otra que su buen gusto para las prendas de vestir y no digamos la elegancia natural de la griega que la hizo brillar como nadie en los eventos oficiales a los que asistió o presidió durante su reinado.

Así las cosas, a lo mejor la relación entre las reinas sea menos terrible de la que la pintan y existen algunos indicios que así lo indican. Los guiños de la Reina Letizia hacia Doña Sofía pueden constatarse. Hoy ha ocurrido uno del que damos cuenta una vez más.

Las flores de Doña Sofía que engalanan a la Reina Letizia

Esta mañana, los Reyes se vistieron de gala para ofrecer la tradicional recepción al Cuerpo Diplomático. El evento que ocurrió en el Palacio Real de Madrid dio cuenta de la segunda puesta en largo de la Consorte en lo que va del 2022. Después de triunfar en la Pascua Militar engalanada con un vestido camisero color azul profundo, la Reina Letizia le dio vida a este frío 17 de enero con colores vibrantes.

Para lucir impecable Doña Letizia no tuvo mejor idea que recurrir al armario de su suegra y recuperar un rutilante vestido de seda y encaje, firmado por Valentino, que la Reina Sofía lució en 1977. Y a la vista queda claro que la elección no pudo ser mejor y que el atuendo mantiene la vigencia y la modernidad que solo un diseñador de esa talla puede mantener pese a las más de cuatro décadas del estreno.

Un impactante faldón verde brillante y una blusa de mangas largas de encajes florales fue el punto de equilibrio perfecto. Las imágenes dan cuenta de lo espléndida que lució la esposa del Rey Felipe. Esta no es la primera vez que Doña Letizia abre el bien conservado armario de la Reina Sofía. El año pasado, en el mes de septiembre, no tuvo reparos en pedirle prestado un vestido de 1981.

Puesta en el tamiz de la cotidianidad y en perspectiva a estos pequeños grandes detalles, la relación entre la Reina Letizia y Doña Sofía pareciera bastante más fluida de lo que todos comentan. El tiempo, viejo sabio, terminará por dar luz sobre ellas.