Julio Iglesias dejó a sus hijos un legado que tendrán que agradecerle de por vida

Si de hombres exitosos se trata, Julio Iglesias ocupa el podio de manera indiscutible. En su vida profesional alcanzó todos los objetivos que se propuso y todavía más. Con su música aprendieron nuestro idioma ciudadanos japoneses, indios, chinos y filipinos y, por si todo lo anterior resultara poco, no importa cuánto tiempo haya pasado ya desde su última aparición en el escenario, sencillamente porque sus hits se siguen escuchando en la radio y musicalizando los momentos importantes como cuando salieron a la luz. Todo lo anterior se traduce en una sola cosa: dinero, tanto, que nadie tiene que preocuparse por su porvenir.

En la actualidad, Julio Iglesias se encuentra recluido en su residencia de Miami a la espera que la pandemia de coronavirus deje de ser una amenaza. Pero mientras tanto, todos sus retoños disfrutan sin límites del asombroso presente económico que les ha dejado con el único objetivo de que encuentren sus pasiones. Y cuando hacemos referencia a sus retoños no estamos hablando de los que tuvo con Isabel Preysler, porque ellos hace un buen rato que son mayores y se encargan de construir su propio porvenir; hablamos de los que tuvo con Miranda Rijnsburger.

Victoria y Cristina son gemelas y gracias a la economía de su padre han desarrollado espectaculares habilidades hípicas y un amor por los animales que no se queda en proclamas, sino que pasa a la acción. Juntas tienen una especie de refugio de animales que rescatan de la calle y aunque todavía no sabemos si los dan en adopción luego de ponerlos en forma o se los quedan para ellas, está muy claro que para semejante actividad filantrópica necesitan un buen caudal de dinero que surge de sus cuentas bancarias. Pero claro, ellas no son las únicas.

A las gemelas se le suma Miguel Iglesias, un joven que no disfruta tanto de la exposición en redes sociales como sus hermanas, pero que igualmente de vez en cuando da cuenta de sus excentricidades. Es un fanático empedernido de los deportes extremos como el motociclismo y todo aquello que tenga que ver con el agua, le apasionan los videojuegos de lujo y en cuanto a lo profesional se dedica a la venta de inmuebles, pero no de cualquiera, sino de propiedades magnificentes a las que sólo pueden acceder personalidades del nivel de Julio Iglesias.

El arduo trabajo de Julio Iglesias le ha permitido conseguir una fortuna espectacular y hay que reconocer también que luego la supo administrar perfectamente, pues no ha hecho más que agregarle varios ceros a su patrimonio. Habrá que ver si con el tiempo sus herederos cuentan con  la capacidad de continuar con la misma tendencia o, por el contrario, dinamitan todo. Por el nivel de vida que llevan cuesta mucho imaginar que sean capaces de acabar con lo que su padre les deja a modo de herencia; por un lado, porque realmente tendrían que hacer mucho mérito para conseguirlo y por el otro porque les costaría mucho seguir viviendo en un contexto que no fuese de tanta riqueza. Sin lugar a dudas, tienen mucho por lo que estar agradecidos y el destinatario de tanta gratitud no puede ser otro que el intérprete de “Me olvidé de vivir”.