Víctor Janeiro se reencuentra con Carmen Bazán y desvela lo que pocos imaginaban sobre su familia

Madre e hijo es una fórmula que no falla. Carmen Bazán cumplió con la promesa de volver. Junto a Víctor Janeiro regalaron un momento emotivo y cargado de puro amor en Pesadilla en el Paraíso. Ella tenía casi una década fuera de las pantallas y regresó para darle ánimos a su hijo.

El torero nunca se imaginó que su madre se presentaría en la finca. Lara Álvarez no hallaba la manera de decirle sin que le diera un paro al corazón en pleno directo. “¿Qué te gustaría que pasase?”, le decía, mientras aparecía con una camisa colorida Carmen Bazán y en las manos su comida favorita. Su emoción fue tan espontánea que no podía levantarse hasta que se fundieron en un potente abrazo.

“No llores, mi vida, no me llores, que vengo a darte ánimos”, le soltó su madre. Ella apareció para darle todo su apoyo. Le dijo que su familia es maravillosa y que también le envían toda la energía posible para que se mantenga en la competencia.

Tienes unos niños que son un encanto, una mujer que vale un diez. Todos estamos contigo.

Carmen Bazán, que ha husmeado las redes y leído las críticas que le han propinado a Víctor Janeiro desde que llegó a la finca de Cádiz, le dijo, con toda la experiencia que carga sobre sus hombros, que: “No tiene que estar a favor de unos ni de otros. Estar aquí es muy duro".

Y es que su madre más que nadie sabe que el trabajo ha sido la fuente de vida de Víctor Janeiro y su hermano, Jesulín de Ubrique. 

Él y su hermano están acostumbrados a trabajar porque así se lo inculcaron sus padres. Jesús ha conseguido lo que ha conseguido, pero es suyo. A mí no me han regalado nunca nada, ni me han dado una casa ni nada. Yo cuando tengo dinero, lo gasto y lo gasto porque es mío.

El mensaje de despedida

A Víctor Janeiro y Carmen Bazán el tiempo se les evaporó. Estuvieron sentados juntitos y conversando como si no estuvieran frente a las cámaras. A ella le gusta mucho lo que está haciendo dentro de la finca. "Sigue para adelante, para atrás ni para coger impulso. Me voy con la tranquilidad de que estás bien".