La única razón que descontrola a la Reina Letizia y que vincula directamente a Leonor y Sofía

¿Quién podría dudar que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía poseen una educación exquisita, a prueba de escándalos, críticas o malos gestos en público? Son muchas las críticas sobre los métodos que ha impuesto la Reina Letizia sobre su crianza. Aunque se han cuestionado los pros y los contras de adjudicar tantas responsabilidades y compromisos a la heredera desde su más tierna edad, también se ha ponderado el hecho de que el esfuerzo de su madre por formarlas a la altura de las circunstancias, ha dado verdaderos frutos. Hoy, nadie puede atribuirse este éxito con mayor orgullo que la impetuosa Soberana.

Porque si hay algo de lo que la Reina Letizia es consciente, es que cada acierto y error en la puesta en escena de sus hijas recae directamente sobre ella. Por ello, tanto el Rey Felipe como la Consorte se han valido de todas las herramientas necesarias para garantizar no solo una educación equitativa, sino acorde con los nuevos tiempos. Se plantean que tanto la Princesa Leonor como la Infanta Sofía se conviertan en líderes para el futuro, con una visión amplia y con pie en tierra firme.

En este contexto, no resultó una verdadera sorpresa que, cuando las niñas iniciaron edad preescolar, sus padres decidieran que el Colegio Santa María de Los Rosales era el centro de estudios indicado para que iniciaran su proceso educativo. A pesar de que el propio Monarca realizó estudios en este plantel, la verdadera razón tiene que ver con el modelo de enseñanza que ofrece. Es un centro mixto, bilingüe y laico, con opción a la formación de tipo religiosa, y que, por 7 mil euros al mes, se convierte en uno de los más importantes de Madrid.

Pero la intencionalidad de los reyes de alejar a la Princesa Leonor y a la Infanta Sofía quedó en evidencia tras la incursión de la primogénita al prestigioso colegio galés, Atlantic College, cuya elección fue ampliamente criticada al considerarse que la joven se había apuntado a un "colegio para hippies". La misma Princesa se encargó al poco tiempo de su regreso a Madrid de callar bocas al demostrar su evolución, madurez y seguridad en medio de la presentación de los Premios Princesa de Asturias, algo que incluso dejó boquiabierto al Rey Felipe.

Es por ello que, aunque se ha ganado cierta fama de controladora, la Reina Letizia no puede retroceder siquiera un palmo en sus esfuerzos por seguir cosechando mayores éxitos para sus hijas, por ello se ha vuelto muy celosa de su privacidad, especialmente de la imagen que reflejan de cara al público. Si bien no tiene ningún problema en dejarse tomar selfies con los ciudadanos y permitir lo mismo con sus hijas; no resulta tan fácil cuando se trata de la prensa, pues, como experiodista, conoce perfectamente el movimiento interno de las redacciones y lo perjudicial que puede ser para el futuro de la institución cualquier imagen no autorizada. ¿Podríamos culparla por ello? Si lo vemos con empatía, cualquiera en su lugar estaría llamado a hacerlo exactamente igual.