Hace apenas una semana conocíamos la triste noticia del fallecimiento de Jesús Quintero por quien la prensa española se vestía de luto. A partir de entonces muchas de las publicaciones que se replicaron a través de redes sociales recordaron la extensa trayectoria del periodista que marcó un modo excepcional de hacer entrevistas.

A sus 82 años, el entrevistador había ingresado en la Residencia Nuestra Señora de los Remedios de Ubrique, donde estaba siendo asistido por especialistas que trataban su delicado estado de salud, bajo la atenta mirada de sus hijas.

Lamentablemente el deterioro en su salud fue profundo y tras un mes el presentador de televisión bajó los brazos. Desde entonces los homenajes no dejan de sucederse, permitiéndole a sus hijas y amigos resaltar aquellas características que tanto lo distinguían a Jesús Quintero no solo en el medio, sino también como persona.

Las últimas conversaciones de Jesús Quintero

Fue Andrea, hija del periodista, quien no dudó en compartir cómo fueron los últimos días de Quintero al desvelar gran parte de la intimidad que vivía en compañía de sus hijos. Fiel a su estilo, el entrevistador no había perdido los valiosos silencios que lo caracterizaban y, según las palabras de su hija mayor, se sentía afortunado de la vida que llevó.

Qué fortuna, ¿no?

En pocas palabras la primogénita de Jesús Quintero dejó en claro que hasta sus últimos momentos su padre se sintió pleno, con el placer de haber cumplido con tarea en esta vida, convencido de que todo lo transitado era parte del crecimiento personal y profesional. En este punto Andrea resalta que como hija del periodista tiene en claro que dejó en sus manos un legado increíble, donde la admiración se repite en cada una de las conversaciones que mantienen a diario con quienes lo conocieron.

Ni siquiera soy consciente todavía de la cantidad de cosas extraordinarias y sencillas que van a mantenerte tan cerca de mí siempre, por alto y libre que vueles, como hiciste en vida.

La huella de Jesús Quintero

No se puede negar que Jesús Quintero fue uno de los periodistas que no solo dejó en claro que era uno de los mejores a la hora de entrevistar, sino que también marcó su impronta desvelando los momentos justos en los que debía hacer silencio y dejar que la figura hable generando un ambiente en donde el entrevistado se olvidaba que estaba frente a una cámara y terminaba confesando lo que jamás había imaginado.