Para algunos signos del zodíaco, la tristeza no está permitida, pues es sinónimo de debilidad. Eso ataca de frente a los cimientos de su personalidad, caracterizada por ser lógica, fuerte e independiente. Aunque son maestros en el arte de esconder sus sentimientos, detrás de esta máscara de superpoderosos esconden una faceta turbia que los distancia de muchas personas que quieren lo mejor para ellos. 

Se sabe que cada emoción puede acercarnos a un aprendizaje en nuestra vida o bien puede ser una excusa para tomar acción y mejorar situaciones que nos causan malestar o bloqueo. Sin embargo, algunos de estos mensajes no son vistos con buenos ojos para ciertos signos del zodíaco, en especial si hay lágrimas de por medio. 

La tristeza, erróneamente asociada a la debilidad, es de esas emociones no aptas para estos tres signos del zodíaco que, ante la mirada de su entorno, suelen ser los más seguros, fuertes y exitosos. Hace falta mucha percepción y detallismo para descubrir el momento en el que un capricorniano, acuariano o una persona nacida en Virgo la pasan realmente mal. 

Si compartes un vínculo fuerte con estos tres signos del zodíaco, seguramente, ya reconoces esos gestos o expresiones que dan a entender que están llorando por dentro. También es verdad que son tan habilidosos con sus juegos de palabras, o con sus maneras rápidas de esquivar situaciones que puedan detonar su llanto, que descubrir esa faceta de ellos no es es nada fácil. 

El motivo por el que Capricornio, Virgo y Acuario le temen a la tristeza 

CAPRICORNIO

Por ser un signo cardinal, Capricornio encabeza la lista. Dueño de una personalidad estructurada, fuerte y que apunta a la constancia como método inefable para conseguir todo en la vida, para ellos las lágrimas no están en su lista de tareas diarias. 

Sin importar la fuerza del sentimiento, Capricornio siempre priorizará su imagen de superpoderoso frente a los demás, en especial, en áreas como el trabajo y la familia que juegan un rol muy importante para ellos. Con sus amigos más cercanos, pueden demostrar cierta flexibilidad, pero tienes que ganarte su entera confianza si es que quieres verlo derramar algunas lágrimas frente a ti. 

Para un Capricornio, su economía y estabilidad emocional no se negocian, por lo tanto pueden llegar a tildar a la tristeza como una "verdadera perdida de tiempo", siendo muy críticos ante personas que sí se dan el espacio para explorar ese estado emocional. 

ACUARIO

Aunque se trata de un signo creativo, innovador y hasta revolucionario, los nacidos en Acuario también destacan por ser extremadamente independientes, por lo tanto, salir en búsqueda de ayuda ante episodios de tristeza no suele estar entre sus convicciones de vida. 

Acostumbrados a periodos de mucha exigencia laboral, así como también a constantes cambios de los cuales manifiestan sentirse orgullosos, las personas nacidas en Acuario tienen una fuerte carencia afectiva cuando de gestión de soledad se trata. Mientras algunos signos del zodíaco se van hacia el extremo de necesitar siempre de una segunda persona para resolver las situaciones más cruciales de su vida, Acuario toma el camino hacia el otro extremo: el de no animarse a pedir ayuda cuando realmente se siente triste. 

No es que les avergüence sentirse tristes, ellos son de los que lloran y aceptan sus derrotas, pero compartirlas con alguien más para tratar de salir de ese estado de ánimo, es lo que más les cuesta hacer. 

VIRGO

Otro que le cierra la puerta a la tristeza es Virgo. A su habilidad sobreanalítica de observar la vida, no se le permite un fracaso. Si algo genera molestia e incomodidad en este signo del zodíaco es sentir que deja de ser un referente o ejemplo para su círculo más cercano de amigos y familia. 

Llorar no es una acción relevante para un virginiano, tan acostumbrado a la rutina y las consecuencias positivas que tienen su constancia y trabajo duro ante cualquier proyecto que se proponga en la vida. Si tres verbos definen a esta personalidad del zodíaco son planificar, pensar y limpiar. Tiempo para la tristeza, no entra en sus agendas. 

Así con los festejos por los avances del proyecto son necesarios, también es bueno que los virginianos aprendan a expresar sus emociones, aunque eso signifique quebrarse y salir del caparazón que él mismo se construyó de cara a los demás.