El resentimiento de Pedro Sánchez hacia el Rey Felipe que explica su desplante en la Fiesta Nacional

Para el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, este cierre de semana no resultó tan exitoso como esperaba al convertirse en el blanco de serias críticas por retrasar la llegada del Rey Felipe y la Reina Letizia a la celebración del Día de la Hispanidad. Al parecer, la intención era evitar abucheos en su contra al hacer coincidir su arribo con el de los reyes al evento, cuestión que terminó por enfadar aún más al público presente e intensificó las manifestaciones de rechazo.

Por cierto, el Ejecutivo debió asistir en solitario ya que su esposa Begoña Gómez no pudo acompañarle a causa de un cuadro gripal. Es por ello que en el programa "Es la mañana de Federico", algunos de sus colaboradores no dudaron en analizar estos hechos por los que, tanto el Jefe de Gobierno como la Primera Dama, siempre se encuentran en el ojo público por sus recurrentes y bochornosos saltos de protocolo, y si existe un motivo oculto detrás de cada traspié, especialmente cuando comparten escenario con el Rey Felipe y su Consorte.

Para Federico Jiménez Losantos y sus acompañantes en set, la respuesta es sí, tras conocerse además que Pedro Sánchez no solo llegó con retraso a la Plaza Lima de Madrid sino que, para colmo, se retiró antes de lo previsto de la recepción ofrecida por el Jefe de Estado en palacio.

No se ha dado explicación. No vayas a una recepción salvo que vayas al jefe de la Casa Real y digas que hay un problema familiar o clínico.

Frente al comportamiento errático del socialista, que comienza a entenderse como un simple acto de mala fe (a menos que haya habido una emergencia familiar que mereciera tal desplante) desde el set televisivo se asoma que Pedro Sánchez podría albergar ciertos sentimientos de recelo y quizás sea esta la razón por la cual sus roces con el Rey Felipe y su familia sean cada vez más incómodos, producto de este tema no resuelto.

Para Beatriz Cortázar, la respuesta no podría ser más simple. A su juicio, Sánchez "tiene enquistado no haber ido a los funerales de Isabel II. Se lo guarda al Rey Felipe". Y, aunque suene quizás descabellado, podría tener sentido. Hay que recordar que de los dos representantes, el Rey Felipe, además de paridad con la Casa Real británica en temas de jerarquía, es miembro de la Orden de la Jarretera y, además, pariente lejano de la Reina Isabel. Si en suelo patrio el Ejecutivo tiene tantos problemas para acatar el protocolo de Zarzuela, solo Dios sabe cómo le habría ido en Buckingham. ¡A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, Presidente!