Quién ha sido la sombra del Rey Felipe que ha estado presente con la aprobación de Letizia

Del famoso círculo de "pijos" rutilantes que rodearon al Rey Felipe durante sus años de soltero, pocos son los que quedan especialmente después de que la Reina Letizia entró en escena y en cuanto a esto, ríos de tinta se han derramado para intentar escenificar como fue para la Soberana intentar ingresar en el exclusivo círculo de amigos del entonces Príncipe de Asturias.

Sin embargo, de todo aquel grupo de amigotes, queda uno apenas, Álvaro Fuster, el empresario inseparable del Rey Felipe que estudió desde la primaria con el Jefe de Estado y quién por cierto, también ha sido el gran celestino en su vida amorosa. Sin embargo, esta tacha en su historial no impide al Rey Felipe y a Fuster mantener sus lazos estrechos, muy a pesar de las reservas de la Consorte con respecto a las historias amorosas que protagonizó su esposo durante su vida.

Entre las generosas contribuciones del incondicional amigo de juventud del Rey Felipe, se le atribuye ser él quien en sus días le presentó a la socialité Isabel Sartorius, quien para colmo también había sido novia del hermano de Álvaro, Ricky, también muy buen compi del Monarca y para mayor sorpresa, también hizo gestiones a favor de Eva Sannum, la belleza escandinava que nubló los sentidos del hijo del Rey Juan Carlos y casi la lleva al altar.

En esos días de juerga y soltería, tanto el Rey Felipe como Álvaro Fuster hicieron llave con Javier López Madrid, y de todos los grupos entre los que se movía el Soberano, al menos estos dos lograron hacer buenas migas con la Reina Letizia desde sus días como Princesa de Asturias. De hecho, Madrid fue el famoso "compiyogui" de la Soberana del cual se filtraron aquellos mensajes de texto que dejaron ver su simpatía por el aristócrata caído en desgracia.

En cuanto a Álvaro, no es mucho lo que ha trascendido en su relación con la esposa de su querido amigo, el Rey Felipe ("El sereno" para los amigos). Sin embargo, el haber sido testigo de la boda de los Príncipes de Asturias refiere muy bien el nivel de confianza que la pareja le ha delegado y de hecho, mantenerse entre el círculo más inmediato al Rey hasta nuestros días es prueba irrefutable de que para llegar al Borbón, primero hay que ganarse a su Consorte.