Hace casi un año anunciábamos unas de las decisiones más contundentes para Tamara Gorro, la influencer emprendía un viaje fuera de España para alejarse de los focos que las mantenían en una situación de presión. Tamara atravesó serios problemas emocionales tras su ruptura amorosa con Ezequiel Garay. 

Tras un período de adaptación, de haber estado medicada e incluso haber bajado hasta siete kilos de su peso corporal, la influencer confesaba que se encontraba en recuperación emocional y que se fijaba como meta, después de su cumpleaños, rehacer su vida. Finalmente, la influencer española se marchaba de España para superar sus problemas. 

"Dicen que no se debe huir de los problemas, pero como bien dice mi terapeuta y psiquiatra, 'no es huir, es resetear'. Así lo tomo yo",  escribió Tamara en su cuenta de Instagram para anunciar a sus seguidores sobre su viaje. 

A finales de noviembre llegaba uno de los peores momentos para Tamara, fue allí cuando cayó al abismo en picada. Ella misma reconoció haber tocado fondo. "He tocado fondo. Estoy mal. Antes era ‘bien, bien’. No tengo un diagnóstico. Todavía no sé decirte qué pasa. Es como cuando te partes un pie y dices ‘no he hecho la rehabilitación, no sé qué camino tengo que llevar o cómo me tengo que curar’. Yo sé que tengo un problema de salud mental", confesaba la influencer. 

Sé que tengo un problema de salud mental.

La etapa oscura de Tamara Gorro

Pero después de unos meses de plena oscuridad, Tamara Gorro se reconciliaba con su novio y parecía dar paso a una nueva y bonita etapa personal. El 4 de junio comunicaron que habían decidido darse una segunda oportunidad y, para el momento, el futbolista se mostraba como su gran apoyo en su proceso de depresión. 

Mejor juntos.

Lo que Tamara Gorro no se esperaba era que, unas semanas después, estaría a punto de atravesar un difícil proceso. Lo cierto es que el exfutbolista ha sido un gran apoyo para ella en este duro proceso de depresión incluso cuando no estaban juntos. "Tengo que bajar al quirófano dentro de muy poquito. Sabéis que llevo con problemas digestivos muchísimo tiempo, pero desde que estoy enferma mi pérdida de peso no ha sido solamente por la enfermedad mental que tengo, también es porque cada cosa que ingiero la vomito", confesaba. Sus problemas de salud parecían pasarle factura. Pero ahora, a un año de iniciada su crisis, se ve obligada a renacer.