Ya empezó la cuenta regresiva para Ana María Aldón y José Ortega Cano. El vínculo se rompió y no hay forma de que exista algún intento para recuperar el amor perdido. Entre ellos se instaló la distancia y cada quien está haciendo su vida por separado. El único punto en común que tienen en este momento es su pequeño hijo.

La diseñadora se quitó el anillo de matrimonio y apuntó a los reporteros de Europa Press, que la esperaban en un estacionamiento, que la supuesta negociación y las condiciones de su separación “es un tema privado y quiero que se mantenga en la privacidad”.

La colaboradora tampoco negó el supuesto y señaló “son cosas que tienen que llegar”. Y es que Ana María Aldón prefiere mantener la discreción. Está en la recta final de un matrimonio que le resulta imposible de sostener.

No soy yo sola, cuando lo decidamos lo confirmaremos.

El otro lado

José Ortega Cano tampoco ha querido dar declaraciones sobre la inminente ruptura. Después del tremendo barullo mediático con una supuesta abogada, Patricia Donoso, que asegura haber “flirteado” con el torero mientras Ana María Aldón estaba embarazada y su polémica frase, no está de buenas para brindar algún testimonio.

De hecho, Patricia Donoso voló desde Miami a España para hacer frente a sus últimas afirmaciones en Sálvame, en las que dijo y aseguró: “Veo que está enfadado otra vez y grita. Me gustaría saber por qué niega las cosas. Eso me hace decir ‘hasta aquí hemos llegado’. Si está cuestionando mis palabras, yo voy a demostrar que sí”.

La respuesta

Ana María Aldón dio la cara tras la última polémica de José Ortega Cano y dijo: “No sé las pruebas que tendrá. Me da la risa. Nunca he tenido la impresión de que mi marido fuera desleal, pero sí es muy cariñoso cuando habla con mujeres. Igual desde la distancia le ha podido parecer a ella que fuera un roneo”, dijo sobre Patricia Donoso.