REINA SOFÍA

La mueca de la Reina Sofía que por años se convirtió en costumbre

Después de todo, para la exsoberana, una reina es una reina hasta su último día.
domingo, 23 de octubre de 2022 · 03:45

Contrario a lo que popularmente se piensa, ser Consorte de un Rey no resulta cosa fácil, especialmente para la actual generación de representantes de las distintas monarquías europeas, la mayoría de ellas de origen plebeyo, como es el caso puntual de nuestra Soberana, doña Letizia. Pero algo que tampoco se puede cuestionar es que quien ha nacido en cuna real tiene el camino mucho más fácil. De este tema nadie puede tener mejor noción que la propia Reina Sofía, quien desde muy pequeña debió aprender la primera y más grande de todas las lecciones de vida, y que hasta hoy la ha acompañado en los peores momentos de su vida.

En la vieja usanza,  mostrar algún rastro de emotividad se consideraba impropio y se debía evitar siempre. Por ende, era bastante común que los herederos y príncipes aprendieran este férreo concepto desde muy jóvenes, y es una práctica que, aunque hoy en día se ha flexibilizado un poco más, en los días de juventud de la Reina Sofía era regla obligatoria. En su vida, particularmente, la miseria y el vilo propios del exilio en medio de guerras mundiales, el duelo tras la pérdida de sus padres, el Rey Pablo a causa de cáncer estomacal, y la Reina Federica por un paro coronario fulminante, y el derrocamiento del reinado de su hermano Constantino en Grecia fueron escena.

Ni en las peores circunstancias la Reina Sofía deja mostrar sus sentimientos. Fuente: (Foto de archivo).

Ríos devastadores en los que la Reina Sofía nunca demostró en público el dolor que la atravesaba. Pero fuera de una apacible sonrisa, perfecta para cualquier circunstancia, tampoco se admitían otro tipo de gestos o sentimientos "adversos" al de una imagen adecuada.

Siendo así, no cuesta comprender que los arranques de mal humor, gestos de hartazgo y el rictus facial que vimos en más de una oportunidad en el actuar de la Reina Letizia en sus primeros años como miembro de la familia real fueron siempre manifestaciones impensables para una imperturbable Reina Sofía. Probablemente, estos cuadros fueron motivo de enfrentamiento entre ambas, pues en su proceso de formación como miembro de Casa Real, los berrinches de la entonces Princesa de Asturias eran precisamente lo que debía evitarse.

 La única vez que la Reina Sofía no pudo aguantar las lágrimas fue al ver a su esposo llorar. Fuente: (Foto de archivo).

La Reina Emérita jamás dejó ver siquiera en sus años de reinado algún gesto mínimo de cansancio en medio largas jornadas de trabajo de representación, y ni siquiera sus sinsabores matrimoniales con el Rey Juan Carlos se evidenciaron en algún milímetro de su rostro, aún cuando las crónicas de la época ya hablaban sobre Marta Gayá, Corinna Larsen y las sospechas sobre otras damas se mantuvieron siempre presente en la fracasada unión marital.

¿Por qué la Reina Sofía ha soportado tanto dolor y humillaciones sin siquiera asomar cualquier atisbo de emoción? Si bien una sola vez se sintió conmovida y lloró junto a su esposo en medio de las exequias en memoria de Don Juan de Borbón, nunca más se la vio demostrar su pesar. Una motivación adicional impulsa a la Reina Sofia y así lo expuso ella misma en declaraciones recogidas por una entrevista que ofreció a propósito de su 70 cumpleaños. "La historia hablara bien de mí" y parece acertar en su proyección, pues si saber estar, disciplina y responsabilidad es bien compensada por el cariño de los españoles en cada una de sus apariciones públicas.

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