Quince años de éxitos. Desde el año 1969 hasta 1984, Alfredo Fraile fue la mano derecha y mánager de Julio Iglesias. Entre ellos vivieron momentos inolvidables que quedaron plasmados en el libro Secretos Confesables, que reúne las memorias de esos años junto al artista.

Cómo olvidar aquella vez en México. Iban Julio Iglesias y su inseparable amigo en un ascensor cuando entró un hombre descolocado que empuñaba un arma. Apuntó al cantante, lo amenazó y le preguntó si estaba enamorado de su esposa. Pero Julio reaccionó y le contestó: “La persona que duerme todas las noches conmigo es este señor, así que no se preocupe por su mujer”, dijo.

Sin embargo, para el mánager no todo fue un cuento de hadas. Él decía que pasaba más tiempo con el astro musical que con su propia esposa, y como de la confianza a la enemistad hay un solo paso, él terminó por abandonar a Julio Iglesias por egoísta. Así que emprendió otro camino junto a artistas de la talla de Adolfo Suárez, Bertín Osborne y Silvio Berlusconi. Después de la ruptura nunca más se volvieron a ver y Alfredo Fraile murió en 2021 por Covid.

El mago de la imagen

Alfredo Fraile se dio cuenta de que lo suyo no eran los estudios. A los 26 años abandonó la carrera de Ingeniería y se dedicó a ayudar a su padre, uno de los mejores directores de fotografía de los años 60. Después de eso, un amigo le pidió que integrara el equipo de imagen de Julio Iglesias.

Después de tres años al lado de su amigo, Julio Iglesias recibía pocas ofertas. Su amigo renunció y él se encargó del cantante. Le llamaban “el mago de la imagen”. Hizo unas llamadas por aquí y por allá y lo lanzó al mercado internacional. Volaron a Miami, pero en 1984 se cansó de la mezquindad del cantante y se regresó a España.

Un libro

Tras años al lado del artista, Alfredo Fraile escribió en 2014 un libro que inquietó a Julio Iglesias. En él señala cómo era la relación del cantante con sus hijos. Ejercía una paternidad “por control remoto” y le dolía no poder estar al lado de ellos. Alfredo murió a los 77 años y en su agonía en una clínica de Madrid, Julio Iglesias lo llamó para darle un último aliento.