Los últimos días vienen siendo complicados para el clan Pantoja, los problemas de salud de Kiko Rivera encendieron las alarmas obligando a Isabel Pantoja a dejar de lado sus diferencias y buscar acercarse a su hijo en este difícil momento que atraviesa. Irene Rosales es la intermediaria en esta situación, pues el DJ debe respetar algunas pautas médicas que le recomendaron.

De momento todo se maneja bajo un hermetismo absoluto. La empresaria es la única que tiene acceso al sector donde se encontraba internado su esposo, Irene se mantiene firme y asegura que por estas horas es prioridad concentrarse en la salud del padre de sus hijas.

Fueron muchas las personas que se acercaron al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, para tenderle una mano no solo a la modelo en este difícil proceso, entre ellos Isa Pantoja, quien no consiguió poder ver a su hermano. Su cuñada le explicó el tenso momento que vivieron cuando Isabel Pantoja se comunicó con el DJ al saber de su situación.

Isa Pantoja pone las cartas sobre la mesa

Según lo relató la peruana, cuando se presentó en el centro médico, fue la esposa de Kiko Rivera quien le dio detalles de la situación a la que se expone el hijo de la tonadillera cada vez que se la nombra a ella o a su madre. Es por ello que ambos tomaron la decisión de pedirles que no se acercaran, y que toda novedad sería informada por Irene.

Me dice que habían tenido una videollamada con mi madre, que se ha alterado, que por recomendación lo mejor es que no vayamos.

Sin lugar a dudas, este es el golpe más duro que recibe Isabel Pantoja, ya que no solo fue la primera en dar el paso decisivo en una situación tan delicada, sino que fue el mismo Kiko Rivera quien al parecer le habría dado la espalda y pone a Irene Rosales como mediadora en este momento tan complicado.

Irene Rosales sin salida

Por estas horas, el nombre de Irene Rosales se replica en cada portal y en cada página de las revistas de espectáculos, justo cuando la modelo había decidido alejarse de las polémicas el estado de salud de su esposo la obliga a ponerse bajo los focos.