Pilar Eyre cuenta a detalle la visita en Abu Dabi de la única mujer que aún quiere a Don Juan Carlos

Por si alguna duda teníamos sobre el tema, la veterana mediática y experta como ninguna en casas reales, Pilar Eyre, lo confirma: la Infanta Margarita sí estuvo en Abu Dabi junto a su esposo, el doctor Carlos Zurita, y su hija, María Zurita. Este viaje tuvo un único propósito: celebrar sus bodas de oro visitando a su hermano, el Rey Juan Carlos, quien permanece retirado forzosamente en la Isla de Nurai.

En primera instancia, este deseo por parte de la Duquesa de Soria despertó preocupación en su familia, pues las complicaciones de este viaje no son pocas y a esto hay que añadir le su avanzada edad y su condición como invidente. Pero no hubo contratiempo que amilanara a la Infanta, si debía cruzar tantos kilómetros lo haría sin dudarlo, todo sea para volver a encontrarse con su hermano.

Desde la óptica de Pilar Eyre sobre el tema, la Infanta Margarita es una mujer que siempre perseveró. Para muestra, su última aventura fuera del país, en la que demostró que su ceguera de nacimiento nunca fue un impedimento, sino su mayor fuerza. Todo ello es gracias a la madre del Rey Juan Carlos y a las infantas Pilar y Margarita, doña María de las Mercedes, quien se negó a internarla en un centro especial y eligió que llevara una vida normal.

Iba siempre llena de heridas y cardenales que enseñaba con orgullo y era una niña feliz porque no era consciente de su discapacidad. Cuenta Pedro Saiz, amigo de la familia, que iban un día en taxi y el conductor se refirió a ella como la “cieguinha” y la niña rompió en grandes carcajadas: “Este hombre dice que soy ciega, jajajaja, ¿ciega yo?

Gracias al amor de su familia, tal como lo refiere la mediática en su blog de la revista 'Lecturas', el haber nacido sin retinas oculares no la privó de disfrutar la vida tal como cualquier otra persona. De hecho, con el Rey Juan Carlos ha tenido una relación muy especial. Ni siquiera en sus días frente a Casa Real dejó de visitarla para almorzar y, de jóvenes, el Emérito se la llevaba de fiestas, eso sí, con la debida vigilancia para prevenir algún tipo de aprovechamiento por parte de otros jovencitos.

Es por ello, nos cuenta Pilar Eyre, que la escogencia de marido para "Margot" requirió doble examen para el Doctor Carlos Zurita. De este modo, su pretendiente debía ser sometido a prueba. Don Juan Carlos dudó por un tiempo, pero al evidenciar el amor entre ellos y la tozudez de su confraterna, "o él o nadie", le dio la bienvenida a su cuñado. “¿La quieres de verdad? ¿La vas a cuidar? ¡Pues adelante!”.

Varias décadas después, no solo el amor entre los duques de Soria quedó refrendado sino también el de los dos hermanos. Esta visita a Abu Dabi le habrá hecho ilusión al Rey padre, puesto que es un gesto que ni su esposa ni su hijo han tenido en dos años de exilio. Así refleja Pilar Eyre este encuentro: "seguramente no habrán hablado de las vicisitudes que han llevado a don Juan Carlos al exilio ni tampoco de su malogrado hermano Alfonsito, el protector de Margot. Pero sí habrán recordado los días luminosos de la playa de Guinxo en esos tiempos, en fin, en los que eran pobres y felices".