El último paradero donde la Infanta Cristina fue vista fuera de España y muy bien acompañada

Ni Barcelona ni Ginebra o tan siquiera Madrid. La Infanta Cristina ha tomado sus maletas hacia un destino sorprendente, pero no para huir de su complicada situación personal sino por meros asuntos laborales: gracias a su labor como directiva en La Caixa, esta vez ha reaparecido en la ciudad de Umuto, Perú.

Su encuentro con un conjunto de mujeres artesanas de esta localidad ha sido para la aristócrata una experiencia enriquecedora, pues en conjunto con la ONG World Vision Perú ahora cien de estas beneficiarias podrán vender sus artesanías en internet y expandir el arte rural de forma masiva y con mayor visibilidad, lo que les permitirá percibir mayores ganancias. Esto las convierte en verdaderos agentes de cambio para Cusco y se espera que cada vez más personas puedan integrarse a este interesante proyecto comunitario.

De esta manera, hemos podido ver a la Infanta Cristina muy sonriente e integrada en esta actividad, muy interesada en conocer los distintos trabajos que algunas exponentes presentaron en esta jornada y no dudó en hacerse algunas fotos, tanto institucionales como para el recuerdo.

Desde que la traición de su aún esposo Iñaki Urdangarin saltó a los medios, en enero de este año, su trabajo como directiva de La Caixa ha sido por mucho su mejor herramienta para distraerse, así que la hemos visto muy volcada en sus funciones e imparable, realizando viajes multidestino, no solo en varias ciudades y comunidades de España sino en otros puntos geográficos a escala internacional.

Fuera de toda actividad de carácter laboral, el comportamiento de la Infanta Cristina es quizás más distante pero cordial, siempre y cuando no haya preguntas sobre su familia y su vida privada. En estos momentos, se sabe que está totalmente al 100%  involucrada con su familia, especialmente con la carrera deportiva de su segundo hijo, Pablo Urdangarin, a quien muestra, apenas tiene algún tiempo libre, su apoyo desde las gradas en todos los partidos a los que asiste, mientras espera pacientemente por la disolución de su matrimonio, que se espera no se extienda más allá de este año.