El origen del mal comportamiento de Victoria Federica: hasta qué punto sus padres lo han ocasionado

La cordialidad con los medios es algo que a Victoria Federica sinceramente "no se le da". En alguna ocasión, con paraguas en mano y mascota entre los brazos, le dijo a una periodista que ella era "simpática" solamente con sus amigos y así resulta porque con la prensa nada quiere sino cuando le conviene.

Lo que definitivamente acá se aprecia es que sus malas pulgas con los medios vienen de familia. No es de extrañar si, después de todo, la Infanta Elena exige a los medios el tratamiento de Doña junto a su nombre como impronta del mal carácter Borbón, es como un asunto de familia localizado. Si ni siquiera sus padres pueden tolerarse y ni siquiera en público guardan las formas, ¿qué se puede esperar de Victoria Federica y su hermano Froilán?

Esto viene a cuento, debido al inesperado reencuentro entre la Duquesa de Lugo y su ex, Jaime de Marichalar, en el cumpleaños de la Princesa Ira de Fürstenberg, celebrado en el palacio de los de Alba en Madrid, el pasado 22 de septiembre. Según reportó 'Informalia' en su momento, los padres de Victoria Federica evitaron siquiera mirarse. La tensión entre ellos fue tan fuerte, que incluso incomodó a varios de los presentes.

La tirantez entre ellos, sin embargo, no parece perturbar a sus hijos. Froilán parece tan acostumbrado como su hermana al trato apenas civilizado que tienen sus padres, pero parece preocuparles que su madre, quien fue criada para lidiar con estas situaciones, y su exmarido, quien se jacta de una educación exquisita y ostenta su oficio de asesor de grandes marcas de lujo, no sepan siquiera comportarse de forma educada en público. No es que los chicos Marichalar tengan mucho que reclamar, pues tampoco han sido, durante sus vidas, unos manuales andantes de protocolo y buenas costumbres y eso la prensa lo sabe.

Pero el caso de Victoria Federica es, quizás, más peliagudo en cuanto a la situación de sus padres. Aunque nadie duda que los adora, lo que queda en entredicho es el apoyo que recibe la Socialité por su nueva incursión como imagen de Hoss Intropia.

Cercanos a la familia han expuesto que la Infanta Elena detesta la sobreexposición de su hija menor pero prefiere callarse la opinión para no levantar polémica y peor se lo lleva Marichalar, quien aspiraba para ella un fichaje "más adecuado" como Dior o Fendi, pero ninguna de las marcas han volteado a mirar a Victoria Federica, y eso que su padre trabaja hombro a hombro con estos emporios de lujo. Pero más allá de lo que conviene o no, si algo une a la familia —e incluso a la atormentada expareja— es el mal carácter.