Mari Ángeles Grajal desvela la promesa cumplida a Jaime Ostos

Amor y lealtad son dos sentimientos que pesan en Mari Ángeles Grajal, mucho más que todo el dolor dejado por Jaime Ostos cuando su corazón se paró y no volvió a latir más. 

El 8 de enero de este año, Jaime Ostos falleció dejando un profundo dolor en su más leal compañera, esa con quien selló una promesa antes de despedirse y que al día de hoy parece ser un motivo de orgullo para ella y Jacobo, el único hijo que tuvieron. 

Mari Ángeles Grajal jamás imaginó perder a su compañero de tres décadas y mucho menos en un viaje soñado por la pareja por muchos meses. En Colombia, rodeados de amigos, paisajes paradisíacos y mucha fiesta, los 90 años del ex torero no perdonaron y lejos de España, se despedía de este mundo. 

Cada mes lo celebramos mi hijo Jacobo y yo, los dos. 

A la salida de la plaza Las Ventas, la doctora confesó a las cámaras de Europa Press que aunque el vacío se mantiene, su lealtad es más poderosa y es lo que hace que cumpla la última promesa hecha a Jaime Ostos. El diestro le había pedido que si él partía antes, ella iría a todos los eventos taurinos posibles, así como en vida lo hicieron juntos. 

Fiel al último pacto,  Mari Ángeles Grajal asistió en marzo a una corrida de toros en Illescas y ahora vuelve a la mítica plaza para continuar con su homenaje al gran amor de su vida. 

En su corazón, la viuda de Jaime Ostos atesora las postales de ese viaje a Colombia que sería un antes y un después en su vida. En Cartagena de Indias, la pareja celebró el Año Nuevo a ritmo de rancheras y sevillanas y luego siguió a Bogotá, en donde la muerte los sorprendería y separaría para siempre. 

35 años de amor

Mari Ángeles Grajal es doctora especializada en neumonología. Cuando conoció a Jaime Ostos era uno de los toreros más respetados de la escena española. Criticados por los 20 años de diferencia que pesaba entre ellos, la pareja se casó en 1987 y tuvo a Jacobo, su único hijo.