Esther Doña y Sylvia Córdoba, víctimas de un mismo verdugo: Santiago Pedraz

Con las últimas declaraciones de Sylvia Córdoba se pudo demostrar un detalle inesperado en la vida del prestigioso juez Santiago Pedraza y es que en el amor, su estrategia no está condicionada por la moral tradicional y asumida como correcta por muchos, como Esther Doña, por ejemplo, acostumbrada a tratar con caballeros que cumplan sus promesas; después de lo sabido por todos, el modus operandi del magistrado no va por ahí. 

La viuda de Griñón ha vuelto al ruedo y no podía ser de otra manera más que para hablar de su dramática relación con Santiago Pedraz, a la que calificó contundentemente como el peor "fracaso" de su vida. Incluso, llegó a decir que ni con Carlos Falcó el dolor había sido tan profundo. En esta medida del sentimiento, Sylvia Córdoba también siente lo mismo, aún cuando su ruptura tiene mucho más tiempo, pero a juicio de lo que ambas cuentan, la estrategia del juez dejaría graves consecuencias psicológicas en sus exconquistas. 

El hito más popular en cuanto a las estrategias para dar por terminada una relación, según la firma Pedraza, ya es conocido por todos, además de ser una práctica muy extendida por los jóvenes de generaciones más modernas. Si con la modelo fue un "besito y hasta luego" por WhatsApp, con la abogada fue muy similar, pero correo electrónico de por medio. Algunos dirán que la jugada con Sylvia Córdoba fue más fría, pero la realidad es que a ninguna de las dos les dio la cara ni la oportunidad de comprender la decisión. ¿Qué pasó? 

Santiago y yo nos hemos querido muchísimo. ¿Por qué no ha hablado conmigo? Si me hubiera dicho: ‘Mira, Sylvia, me he desenamorado de ti, me he enamorado de otra persona’, seguramente lo hubiera entendido. Pero eso nunca lo hizo. 

El testimonio de Sylvia Córdoba se une con el relatado por Esther Doña en su paso por el programa de Sonsoles Ónega, pero lejos de esta metodología, hay otra que resulta mucho más perversa. Se trata de la manía del juez por conquistar no solo a sus enamoradas, sino a toda la familia, llegando a crear vínculos afectivos con las madres, los amigos y hasta los hijos de sus exparejas. 

Recuerdo que cuando llegó la Navidad le dije: ‘¿Dónde la vas a pasar? ¿Con tu familia?’. Él tiene tres hijos, tiene siete hermanos. Pero me dijo que quería pasarla conmigo y con mi familia. 

Estas palabras de Esther Doña la vuelven a unir a Sylvia Córdoba, a quien Santiago Pedraz le causó una herida profunda, pues se ganó la confianza y el cariño de los hijos de la abogada, de quienes tampoco se despidió, sin importar los tres años de relación que mantuvieron ni el daño psicológico que podría significarle a los pequeños de cinco y siete años. 

En el tercer peldaño en la escalera estratégica del juez está la petición de mano, una práctica que con la ex Marquesa causó mucho revuelo, al conseguir una exclusiva con "¡Hola!" que después quedó siendo puro papel, pues a pocas semanas de publicarse, Santiago Pedraz enviaría el famoso mensajito a Esther Doña, sin importar que ya había obtenido el sí hasta de su madre. Sí, la modelo confesó que el juez había hablado con quien sería su suegra y se había ganado su bendición. En el caso de Sylvia Córdoba, la petición de mano se la había hecho al padre de la novia. 

Un juez de poco fiar

Santiago Pedraz nació el 11 de junio de 1958, en Salamanca, y tiene una carrera profesional destacable dentro de la Audiencia Nacional, además de haber sido letrado jefe del Consejo General del Poder Judicial en Madrid, en la década de los 90, pero con los testimonios de ambas mujeres parece ser que, en el amor, es un juez de poco fiar.