La lucha de la Princesa Leonor por estar saludable en Gales y lo que hay en las compras de Letizia

Ahora que la Princesa Leonor se encuentra fuera de España, para la Reina Letizia resulta mucho más difícil vigilar lo que ingiere después de todos sus esfuerzos por evitar que tanto la heredera como su hermana, la Infanta Sofía, y hasta el Rey Felipe se alejen de los procesados, las frituras, la bollería industrial y el azúcar, especialmente. En Gales, por supuesto, todos comen lo mismo, no hay tratamiento preferencial y, aunque hay diversidad para elegir entre varias opciones del menú, digamos que no hay un esfuerzo considerable por contar calorías por ración ni llevar una agenda por alumno de cuánto requiere cada uno para mantener sus neuronas en funcionamiento. Hamburguesas, patatas fritas y brownies con helado de postre y alguna que otra fruta, comida para mortales, esto es lo que hay.

Pero de vuelta en La Zarzuela todo permanece exactamente igual. La Reina Letizia es quien dice que sí y que no en los menús diarios de la familia real, y por supuesto, todo muy saludable. Al ser una verdadera apasionada del ejercicio y la sana ingesta de alimentos, no pudo faltar a la feria de Biocultura de IFEMA este pasado domingo 6 de noviembre, asistencia que sorprendió a propios y extraños en el evento.

Se mostró, como siempre, interesada en los productos de altísima calidad que allí se ofrecen y, por supuesto, no se fue con las manos vacías: Embutidos Ecológicos Luis Gil, por ejemplo, le obsequió una caja con algunos comestibles de su producción ecológica ubicada en Las Ruedas de Ocón en La Rioja y, por otra parte, Dr. Goerg, una marca que ofrece múltiples productos elaborados naturalmente a base de coco, sabe que en los próximos días seguro recibe una llamada de Palacio para encargar, dado que la madre de la Princesa Leonor se mostró muy interesada en lo que esta marca expositora tiene para ofrecer.

Y aunque resulta verdaderamente agradable el hecho de que la Reina Letizia haya decidido dar un espaldarazo a estas iniciativas de estación, proximidad y amigables con el medioambiente en pleno domingo de descanso, medios como 'El Nacional' de Cataluña cortan con tanta dulzura para mostrar el lado B de esta iniciativa, pues de alguna manera muestra de qué va la ingesta de la familia real. Ni mercados al aire libre ni cadenas mayoritarias a donde vamos el resto de la ciudadanía, la cesta alimentaria de los Borbones definitivamente queda distanciada del resto, en precios especialmente.

Esto nos recuerda esos conceptos de austeridad, transparencia y discreción que el Rey Felipe y la Reina Letizia promulgan como bandera de una monarquía renovada. Quizás, la Princesa Leonor y su hermana Sofía no tengan problemas en usar un vestido Mango o camisas Zara en conjunto con un chaquetón de Carolina Herrera y la Reina Letizia prefiera no ostentar ni adquirir joyas demasiado lujosas, pero en términos alimentarios no escatiman en abastecerse de lo mejor de la huerta.

Estos son tiempos difíciles, especialmente ahora que la economía interna tambalea con el conflicto ruso ucraniano y la pospandemia. ¿Quién en la actualidad puede llenar las despensas con productos de primerísima, si los salarios no lo permiten? Bueno, es que hay que recordar que la Soberana lucha contra el cambio climático desde su trinchera real y la Princesa Leonor debe compensar la alimentación promedio que recibe en el castillo de St Donats con productos biorgánicos, frescos, de estación y amigables con el ambiente. Cada quien en lo que le toca, ¿no?.