ISABEL PANTOJA

Isabel Pantoja y Doña Ana, lo que no se había contado de su relación

La madre tuvo que proteger los intereses de toda la familia.
viernes, 11 de noviembre de 2022 · 04:45

Sobre Isabel Pantoja pesa una figura de madre abnegada que no es tan fácil de disolver y que, quizá, le genere cierto resentimiento al no ser del mismo estilo que Doña Ana, la matriarca que supo impulsar su carrera cuando apenas era una jovencita que jugaba por las calles de Sevilla. 

La tonadillera estuvo gran parte de su vida arropada por Doña Ana, la mujer que partió de este mundo a sus 90 años y dejó un dolor profundo en Kiko Rivera y Anabel Pantoja. No tanto en Isa, esa nieta que no estuvo entre las favoritas de la madre de Isabel Pantoja. 

Lo de Isa Pantoja es un buen puntapié para explicar lo que sucedía cuando la coplera iba a contracorrientes de su madre. Ella, sin pensarlo mucho, "le hacía la cruz", como reza el refrán popular, pues cuando ella tomó la decisión de adoptar a la niña, no contó con la aprobación de Doña Ana, un gesto que se mantuvo a lo largo del tiempo y que sería la causa de la mala relación que siempre tuvieron nieta y abuela. 

Isabel Pantoja y Doña Ana. Fuente: (Instagram).

Mucho antes que eso, Isabel Pantoja atesora algunos momentos cargados de una simbología materna muy particular. Resulta que Doña Ana era experta en custodiar la honra de su pequeña, y fue la gran espantapájaros de relaciones que no llegaron ni al tímido beso por no ser vistas con buenos ojos para ella. 

Pasó con el actor Máximo Valverde, que estaba rendido ante la coplera pero que no supo ganarse a la madre y, por lo tanto, tuvo que salir corriendo. Lo mismo con jovencitos sevillanos que se le acercaban y al no recibir la bendición de la doña, salían cabizbajos. 

La gente dice que si mi madre es mi carabina, que no me deja respirar... ¿Pero no te parece que es natural que una madre vaya con su hija a todas partes? Mientras sea soltera, claro, porque de casada la cosa cambia. ¿Quién puede velar por mí como ella lo hace?

Estas palabras de Isabel Pantoja fueron registradas por la cronista Pilar Eyre, quien tuvo el privilegio de acompañar en varias oportunidades a las mujeres. La cita hace recordar aquellos años en que Paquirri empezaba a pisar fuerte en la vida de Isabel Pantoja y, a diferencia de otros pretendientes, él sí tenía los ingredientes necesarios para que Doña Ana permitiera ser más que amigos. 

Isabel Pantoja y Doña Ana. Fuente: (Instagram).

Lo que desconocía la doña es que, después de la boda entre el torero y la coplera, la sentencia de Isabel Pantoja se cumpliría a rajatabla. Ya de casada, las cosas cambiaron drásticamente y ella se marchó con Paquirri a Cantora y dejó a su madre en el departamento que había comprado en Sevilla, cuando su carrera recién cogía vuelo. 

A partir de ahí, el nudo que las unía se fue debilitando hasta que la tonadillera aprendió a tomar sus propias decisiones, sin el ojo vigilante de su madre. 

La nueva matriarca

Con tal herencia, es natural que Isabel Pantoja sienta la necesidad de proteger de sus hijos. A pesar de las discordias y errores del pasado, la tonadillera no duda en perdonar a Kiko Rivera, por ejemplo, el gran heredero del único hombre que su madre aceptó.  

Cargando más noticias
Cargar mas noticias