Isabel Rábago pone las cartas sobre la mesa y confirma lo que nadie esperaba sobre Rocío Carrasco

Isabel Rábago conoció a Rocío Carrasco en la casa de su compañera Terelu Campos. Esa tarde vio una mujer "destrozada, hundida, naufragada y que tras haber roto su silencio resurgido como el Ave Fénix". Así la describe la periodista aquella primera vez que cruzaron miradas. 

Para la comunicadora, Rocío Carrasco edificó en sus propias ruinas. Una vez que rompió el silencio pudo reconstruir su  vida "con el cariño de muchos, de todos aquellos la soltaremos de la mano".

De esta manera, la periodista se queda con la estampa de una mujer evolucionada y que deja atrás el dolor. En su columna Ahora corazón reseña la despedida de Rocío Carrasco después de transitar "un durísimo camino en el que todos, del primero al último, se han enfrentado o han sufrido semana a semana, el fanatismo y la ferocidad de los negacionistas de su historia".

Ahora que termina la docuserie En el nombre de Rocío muchos se dieron cuenta de que no se trató de un programa rosa más, si no que en las pantallas se pudo "escuchar la historia desgarrada  de una mujer silenciada durante más de 20 años". 

Isabel Rábago recuerda un episodio funesto cuando le tocó compartir plató con Rosa Benito. Rocío Carrasco había contado "un capítulo inimaginable en su vida, como el día quiso quitarse la vida". La ex de Amador Mohedano no tuvo la decencia, después de ese día, de llamar a Rocío. A partir de ese momento la hija de Rocío Jurado sufrió "durísimos ataques, insultos, vejaciones, tergiversaciones y acusaciones". Se analizó cada detalle de sus palabras y de sus acciones "buscando el error más absurdo para desprestigiar su relato, para desautorizar su vida", señala la periodista, y se cuestiona que quienes negaban su historia nunca se molestaron en presentar una prueba. 

Los negacionistas han llegado a cuestionar resoluciones judiciales, documentos médicos oficiales, facturas, testamentos, tasaciones públicas y hasta el cuaderno particional.

Cuestionar, claro

Algo que no se puede negar es la "oficialidad" de las palabras de Rocío Carrasco, indica Isabel Rábago. Porque ella ha sido la protagonista de miles de querellas en su contra después del fallecimiento de Rocío Jurado. La atacan por su rol de madre y de hija. "De ella se ha dicho de todo y lo que se seguirá diciendo. El problema es que ella ya no se calla, no piensa callarse y está armada para hacer frente a todo tipo de acciones que se emprendan contra ella".