Las plantas ocupan una importancia mayor para el Feng Shui por reunir en ellas características relacionadas con la fertilidad, la abundancia, el éxito y el equilibrio de energías sagradas que, desde la mirada de esta disciplina, es la principal virtud que estos seres vivos aportan a nuestra vida. 

Sea en casa, oficina o área exclusiva para la relajación, las plantas a los ojos del Feng Shui son necesarias para decorar todos los ambientes en los que se generen actividades cotidianas relacionadas con el crecimiento y el desarrollo de las personas, pero en medio de la gama de gustos y variedades salta una interrogante: ¿Qué pasa con las plantas artificiales? 

Para responder a esta duda, es vital reflexionar sobre los postulados de esta practica oriental que considera que la energía mueve absolutamente todo en la vida, inclusive los objetos que, en su materia también tienen átomos y vibraciones simbólicas para el espacio sagrado de cualquier persona. 

Toma las siguientes consideraciones antes de agregar plantas artificiales a tus espacios  

Las plantas artificiales están muertas según el Feng Shui, en ellas no hay más que energía estancada por más bonitas que aparenten ser a la vista de tus invitados. 

Este tipo de adorno estanca el flujo vital de tus espacios, contamina tu energía sagrada y podría distorsionar tu visión de las cosas, en cuanto a qué es real y qué no. Desde el budismo, por ejemplo, se cree que todo lo que se mantenga en permanente ilusión impacta en el campo energético, causando apatía y desinterés frente a lo realmente bello de la vida. 

Si el problema es la falta de tiempo para ofrecerles los mejores cuidados, puedes empezar por las suculentas, plantas que además de limpiar la mala vibra, son muy fáciles de cultivar en cualquier ambiente. 

Por otro lado, si tu interés va más por el lado de tener presente alguna planta que sea difícil de encontrar, debido a factores geográficos por ejemplo, el Feng Shui recomienda complementar este anhelo con cuadros, fotografías o algún objeto representativo de esa especia. Si en tu casa no hay suficiente humedad y, aún así, sueñas con recrear un jardín tropical en tu living, lo más conveniente para proteger tu campo energético es recurrir a murales, empapelado o hasta gigantografías con paisajes que te permitan visualizarte en ese lugar. 

Recuerda que desde esta sabiduría oriental tener plantas en casa es sinónimo también de aprender a convivir con ellas, haciéndote cargo de su riego, de la limpieza de sus hojas y de momentos llenos de belleza como admirar el nacimiento de una flor o el crecimiento progresivo de una especie que recién compraste cuando era bebé. Nada de esto podrás vivenciarlo si te inclinas por elegir una variedad artificial que acumulará más polvillo que energía positiva.