Aunque la pandemia cambió la forma de trabajar de muchos, también es cierto que algunas herramientas se mantienen iguales, como es el caso del ordenador del trabajo y el uso que hacemos de esta máquina a la que, en parte, le debemos la maravilla de poder conectarnos desde cualquier lugar del mundo sin perder estabilidad laboral. 

El problema está cuando hacemos un mal uso con el ordenador del trabajo, hábito que es más probable cuando no dispones de un equipo personal que te permita mantener divididos los entornos profesionales a los personales. Este sería un primer indicador que justificaría algunos errores que mencionaremos en este artículo. 

Puede que te consideres una persona precavida y ordenada, pero a veces la tentación gana más. Presta atención a estos cinco errores que además de ser malas prácticas, pueden afectar tu performance hasta el extremo de dejarte sin empleo, de resultar expuestos con el departamento de Recursos Humanos. 

5 errores que debes corregir si no quieres quedarte sin empleo 

1. Buscar otro empleo o trabajar para otra empresa

Es lo peor que puedes hacer en tu ordenador del trabajo, porque de ser descubierto tu destino será un despido definitivo. Si no te encuentras cómodo ni conforme, lo mejor que puedes hacer es solicitar una reunión con tu líder y plantearle la situación, quizá aún puedas transformarla sin llegar a esta terrible falta. 

Si tu ordenador es propiedad de la empresa, es muy probable que tus conversaciones y tus búsquedas sean observadas por el equipo de IT o de Recursos Humanos, como una estrategia de medir tu rendimiento y performance. No seas tan inocente de pensar que por no ir a la oficina, no estás siendo medido. 

2. Mantener sesiones abiertas en tus redes sociales o páginas "sospechosas"

Joe Rejeski, fundador de Avenue X Group, alerta sobre este mal hábito de muchos empleados que al ser descubiertos, no solo se enfrentan a un momento vergonzoso sino que tienen que justificarse de maneras irreales al tener "todos los sitios de redes sociales imaginables abiertos en su ordenador".

Con sospechosos nos referimos a sitios calificados como prohibidos o que requieren validar tu edad constantemente, por alojar contenidos no aptos para personas menores de 18 años. Este hábito es poco profesional y pone en entredicho tu moral y responsabilidad. 

3. Cotillear con tus compañeros sobre tus desacuerdos laborales 

Cada vez que cotilleas sobre alguien a través del correo electrónico, Slack o Google hangouts, tu empresa tiene pruebas de ello por escrito.

Emily Lawrence, gerente de comunicaciones de CenturyLinkQuote, alerta sobre este error común que desvela cierta ingenuidad y poco profesionalismo por parte del empleado. 

Si te sientes tan frustrado y quieres compartirlo con algún compañero, si quieres incluso abrir un sindicato, tienes la libertad de hacerlo, pero no lo hagas dentro del ordenador de tu trabajo, puedes quedarás terriblemente expuesto con tus líderes. 

4. Guardar contraseñas o archivos personales

Es natural que en medio de una jornada laboral tengas que resolver asuntos personales relacionados con el banco, turnos médicos o pagar alguno de tus servicios. Puedes hacerlo, claro que sí, pero evita usar el ordenador del trabajo para esto, y de llegar a hacerlo, entonces no guardes tus contraseñas en esa sesión. 

Este hábito además de riesgoso, es el menos inteligente, porque por muy seguro que te sientas, no sabes cuándo te pedirán el equipo y, créenos, que no te darán mucho tiempo para anotarte todas las contraseñas o hacer una copia de seguridad. 

5. Ver vídeos en streaming o descargar archivos

Rejeski propone como peligrosa esta práctica porque podría resultar riesgosa para la empresa, imagina que por descargarte un programa o foto que no tenía ninguna relación con tu empleo, terminas afectando uno de los sistemas que sí eran fundamentales en el funcionamiento de tu equipo. 

No solo quedarás como un gran irresponsable, sino que podrías terminar pagando por los daños tecnológicos ocasionados. 

Para los errores 4 y 5 lo más recomendable es usar tu teléfono, en el caso de que no dispongas de un ordenador personal para hacer estas tareas que en nada tienen qué ver con tu trabajo y que podrían ocasionarte una sanción o despedido. Antes de caer nuevamente en alguna de estas trampas, recapitula y prioriza tu profesionalismo.