Jordi Cruz es una de las figuras más distinguidas de "MasterChef" y su fichaje para el concurso de cocina terminó por brindarle el prestigio que buscaba en su carrera como cocinero. Si bien su nombre ganó popularidad con esta participación como jurado, su objetivo está centrado en ser respetado en el ámbito que tanta pasión le despierta.

Si bien la televisión fue el medio que permitió que su nombre llegue a todos los hogares de España, el precio que pagó por ello en algunas oportunidades fue muy caro. En este punto, el novio de Rebecca Lima confiesa que la presión mediática lo llevó por arriba en un par de oportunidades.

La relación de Rebecca Lima y el reconocido cocinero lleva algo más de tres años. Si bien recibió muchos cuestionamientos por la diferencia de edad, ambos dejan en claro que no es algo que les afecte, ya que construyeron su relación sobre pilares muy firmes y consiguen complementarse a la perfección.

Rebecca Lima el bastión de Jordi Cruz

El jurado de "MasterChef" se confiesa no solo un apasionado por el arte culinario, sino más bien un obsesivo. No consigue delegar responsabilidades y esto es lo que en más de una oportunidad puso a tambalear su participación en el certamen de cocina. Es entonces cuando entra en escena la figura de la brasilera, quien se impone ante su pareja exigiendo que tome como prioridad su salud.

Los compromisos son palabra sagrada para Jordi Cruz, pero lo cierto es que, según los trascendidos, habría sido Rebecca Lima quien le pidió a su pareja que bajara el ritmo. De esta manera no solo podría priorizar su salud, sino que les ayudaría a llevar su relación de otra manera y no tirar por la borda todo lo construido. Como consecuencia de ello, el chef analiza sus proyectos a futuro poniendo su vínculo como prioridad.

Jordi Cruz y el despertar de su pasión

Jordi Cruz, nacido en Manresa, comenzó su formación como cocinero en la Escuela Superior de Hostelería de Manresa.  Con tan solo 14 años, empezó a trabajar en el restaurante Estany Clar, donde recibió su primera estrella Michelin en noviembre de 2004, la cual lo consagró como el chef más joven de España, con apenas 26 años, y el segundo del mundo en recibir esta distinción.