La Duquesa de Alba falleció el 20 de noviembre de 2014 con apenas 61 años y dejó una dinastía de herederos que, sin lugar a dudas, darían mucho qué hablar. Si hay algo que Cayetana Fitz-James Stuart quería reflejar a través de sus hijos era la unión familiar. Sin embargo, sus deseos parecen no estar presentes entre su descendencia.

Según se recuerda la Navidad de 2013, la madre de Eugenia Martínez de Irujo consiguió reunir a sus seis hijos en el Palacio de Lira, Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y la mejor del clan. Esta cita se convirtió en noticia y fue replicada por todas las editoriales, lo que dejaba en claro el enorme trabajo que había realizado la matriarca para congregar a sus herederos en una fecha tan especial.

Las diferencias que no consiguen dejar atrás

Si hay algo en que todos los hijos de aristócrata española coinciden, es en que sus infancias fueron bastante particulares. Claro está que no vivieron falencias en lo que se refiere a lo económico, pero si en lo que se relaciona a los vínculos. La vida en un palacio no es nada simple como muchos piensan.

Lo cierto es que la reconocida figura de la nobleza desvelaba que no había sido nada fácil para ella brindarle las mismas oportunidades a sus descendientes. Esto como consecuencia de las diferencias en sus personalidades, en algunos casos les permitían estar muy cerca y en otra le ponían distancias extremas, como es el caso de Jacobo, su tercer hijo y el más conflictivo. 

Al día de la fecha, una de las peores pesadillas de la Duquesa de Alba estaría cada vez más cerca de concretarse. Uno de los puntos que generó diferencias entre ellos fue cuando la jefa de la Casa de Alba preguntó quién quería cambiar el apellido de su padre por el de ella, pues existía la posibilidad de que se perdiera con su deceso. Entonces, Carlos y Jacobo decidieron aceptar esta propuesta. Esto fue suficiente para que la relación entre ellos terminará por derrumbarse.

Si bien al ser seis herederos es complicado mantener lazos muy estrechos entre ellos. Cayetano reconoce que con Alfonso y Jacobo no mantiene relación, mientras que con Fernando es con quien se siente más cercano, pero no puede dejar de lado que junto a Eugenia vivió un vínculo muy estrecho. En la actualidad, los vínculos no son los que soñó la Duquesa de Alba, aunque quienes conocen a sus hijos esperan que con el paso del tiempo puedan dejar de lado sus diferencias.

Duquesa de Alba una vida llena de desafíos

Según se pudo conocer, la Duquesa de Alba enfrentó muchas complicaciones en lo que se refiere a las relaciones que construyó con cada uno de sus hijos. Sin embargo, quien le causó mayores dolores de cabeza fue Jacobo y se lo hizo saber cuando a todos sus hermanos les heredó casas de lujo, mientras que en manos de su tercer heredero solo dejó fincas rústicas.