ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA

Ágatha Ruiz de la Prada desvela el sacrificio que hizo por Pedro J. Ramírez

La diseñadora relata sus memorias.
lunes, 19 de diciembre de 2022 · 03:15

En sus memorias, Ágatha Ruiz de la Prada hace las revelaciones menos inesperadas de quien fuera su esposo, Pedro J. Ramírez. Por más de tres décadas fueron una de las parejas más prestigiosas y productivas del jet set español. Su noviazgo y posterior matrimonio tuvo las pinceladas de un cuadro de Salvador Dalí, ella era una aristócrata extravagante y él dirigía un periódico. Simplemente una combinación explosiva.

La personalidad de la diseñadora se hizo sentir en la década de los 80 y 90, cuando se convirtió en una de las modistas más vanguardistas. Muchos se preguntaban qué le había visto a un joven prometedor de la prensa española, que con 28 años ya dirigía con destreza “Diario 16”.

Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez. Fuente: (Instagram)

Cuando la modista y Pedro J. Ramírez se conocieron, él tenía 34 años de edad, estaba casado y tenía una hija. Ella había cumplido los 25 y deseaba ser madre con toda su alma. El encuentro ocurrió en el aeropuerto del Prat y ella lo increpó para que en el periódico apareciera una crítica positiva sobre su trabajo.

En “Mi historia”, Ágatha Ruiz de la Prada reseña: “Fuimos a Sacha. Era un hortera. En esa época llevaba calcetines ejecutivos. Su indumentaria no podía ser peor. Pero cuatro días después de aquella noche ya estábamos viviendo juntos”.

En esa época llevaba calcetines ejecutivos.

Por desgracia, ella señala que responde a un perfil de hombre parecido al de su padre. “Él fue muy lanzado y yo, como siempre, muy perezosa con los hombres” y añade: “Cuando el innombrable llega de Logroño y conoce a los Garrigues, qué casualidad, queda arrobado. Pero yo llevaba veintidós años tratándolos”.

Durante 30 años vivieron al máximo entre fiestas, eventos de lujo, portadas de revista y alfombras rojas. Se habían liado dos fuerzas: el poder creativo y el cuarto poder.  Además, eran adictos al trabajo y a la fastuosidad.

Ágatha Ruiz de la Prada. Fuente: (Instagram)

El que no se nombra

De la noche a la mañana, en 2018, Pedro J. Ramírez abandonó la relación y dio por terminado el matrimonio con Ágatha Ruiz de la Prada. Tras la ruptura, no había pasado una semana y publicó un mensaje en Twitter con su nueva novia, Cruz Sánchez de Lara. Así fue que ella lo rebautizó como “El innombrable”.

Relata que debía haberlo dejado en 2016, cuando protagonizó un vídeo íntimo con una mujer ecuatoguineana. Sin embargo, ella le dio todo su apoyo y soportó con dureza el escándalo y se trasladó a París. “Fue difícil enfrentarse a aquel estrépito, pero no me tembló la voz ni me apretaron los zapatos. Salvé la vida civil al protagonista”, escribe y añade: “Ahí comenzó otra parte de mi vida. A veces hay que tomar distancia para darse cuenta. Despertó mi vida de mujer acostumbrada a reinventarse”.

Salvé la vida civil al protagonista.

Ágatha Ruiz de la Prada se reinventó. Fuente: (Instagram)

Un renacer

Ágatha Ruiz de la Prada reconoce que después de tantos años tuvo que renacer y enfrentarse a sí misma. “Cuando llegué a Madrid ya no sentía ningún peso. Había salvado al innombrable del ostracismo social. Ahora tocaba salvarme a mí misma de vivir a la sombra por ser mujer y haber pasado los cuarenta”, expresó.

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