Concha Velasco, la vida oculta de la actriz que supo amar a Paco Marsó

El nombre de Concha Velasco ha marcado un antes y un después en el mundo de la interpretación. La veterana de 82 años es una de las actrices más laureadas y queridas de nuestro país, y ni siquiera el tiempo o su retiro oficial de la actuación pueden borrar su legado.

Consagrada como "la chica ye yé", Concha Velasco ha rodado más de 80 películas y ha estrenado obras de teatro y musicales por toda España, además de hacer míticas serie de televisión y presentado programas en la pequeña pantalla. Una larga trayectoria por la que en 2013 recibió el premio Goya de Honor. 

Considerada una de las actrices españolas más guapas de la época, comenzó su carrera artística cuando tenía sólo 15 años, pero alcanzó la fama gracias a "Las chicas de la Cruz Roja", papel con el que se convirtió en uno de los rostros más populares de nuestro país. Ese fue el primer momento bisagra en su vida, que marcaría el comienzo de una larga trayectoria.  

En cuanto a su vida personal, la actriz supo hacer una verdadera revolución en aquellos años cuando tuvo a Manuel, hijo de una relación extramatrimonial y ocultó la identidad de su padre hasta el momento que el hombre falleció. “El padre biológico de mi hijo ha fallecido hace poco y ahora ya puedo decir de quién se trata”, decía Velasco, antes de mencionar el nombre de Fernando Arribas.

Concha Velasco se casó en 1976 con Paco Marsó, al que siempre ha considerado el hombre de su vida y con el que tuvo a su hijo Francisco. Sin embargo, su relación no tuvo un final feliz y en 2005 decidieron ponerle fin a su matrimonio después de numerosos rumores de infidelidad por parte de él. Paco Marsó falleció en 2010, y la actriz, pese a todo, no dudó en viajar a Málaga para darle el último adiós.

A sus 82 años recién cumplidos, la intérprete ha dado comienzo a una nueva vida completamente diferente, y es que después de tantos años sobre los escenarios, Concha no sólo ha decidido retirarse para comenzar una etapa más tranquila, sino también tomó la determinación de vivir en una residencia, donde permanece las 24 horas al día cuidada por un personal especializado.