La opinión de la Reina Letizia sobre la última exposición pública de su madre, Paloma Rocasolano

Desde que la Reina Letizia pasara a formar parte de la familia real en el año 2004, la máxima que se ha mantenido durante estos casi 20 años para el clan Ortiz-Rocasolano ha sido mantener siempre la discreción y un veto de silencio infranqueable. No obstante, algo de esto ha cambiado y en la actualidad su madre, Paloma Rocasolano, está dispuesta a romper algunas normas, al menos en las que a comportamiento se refiere.

La verdad es que no podemos juzgar las últimas informaciones que ha protagonizado debido a que gracias a su relación que hoy sostiene con el empresario británico Marcus Brandler, se permite vivir una renovada juventud de mente y espíritu que no le ha venido nada mal si, después de todo, estar enamorada no es un pecado, ni es algo que deba esconderse.

Sin embargo, las imágenes exclusivas de la revista "¡Hola!", revelan que la madre de la Reina Letizia se ha tomado muy en serio esto de vivir la experiencia del amor al máximo y, en medio de una cita a plena tarde en Boadilla del Monte y entre risas y confidencias con el guapo caballero, de pronto se dejó llevar un poco y dio rienda suelta a sus sentimientos en público.

Un apasionado beso entre Paloma Rocasolano y Marcus Brandler es la confirmación de que todo va viento en popa entre ellos. Es innegable que, desde que su relación fuera anunciada en septiembre del año pasado, se le ha visto mucho más feliz y menos tensa, cuando todos sus esfuerzos y tiempo se enfocaban únicamente en el bienestar familiar y en el cuidado de sus nietas reales, Leonor y Sofía.

Con sus 70 años recién cumplidos, para Paloma, este es un nuevo y merecido comienzo que está dispuesta a llevarlo hasta donde el amor le permita. ¿Y qué decir de lo que pueda opinar la siempre correcta Reina Letizia? Pues no parece que esto le disguste en absoluto, quizás en otros tiempos habría intentado detener la publicación de las fotos o su madre habría recibido alguna de sus famosas llamadas desde Zarzuela. Hoy todo es diferente y suponemos que la Monarca está feliz mientras que su madre esté feliz.